Cádiz

Los puntos negros de lo verde en la ciudad

  • El tráfico y los vertidos se señalan como problemas medioambientales de Cádiz

El Estudio de Impacto ambiental del futuro Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) encuentra no pocos problemas medioambientales en la ciudad, para los que se propone alguna solución en el documento urbanístico.

La lista de las principales disfunciones, impactos y déficits ambientales la encabeza la contaminación de aguas marinas por el vertido de aguas residuales sin depurar, por lo que se indica que es necesario terminar la unificación del vertido en intramuros y eliminar los puntos de vertido problemáticos.

Pese a las últimas remodelaciones en las calles del casco histórico y sus cañerías, sigue habiendo pérdidas de aguas en las viejas canalizaciones, algo a mejorar, indica el estudio.

También se advierte de que se está desaprovechando el agua depurada en la estación situada entre Cádiz y San Fernando y de que no se controla bien el consumo individual del líquido porque quedan muchos contadores comunitarios.

Con respecto al litoral, se habla de sobreexplotación de los caladeros por la intensidad y falta de control de los usos pesqueros y marisqueros, de la pérdida permanente de sedimentos por la deriva litoral en las playas -lo que ha favorecido la 'muralla' que formas los edificios en primera línea de playa-, así como el deterioro de las formaciones dunares por el uso de la playa y la proliferación de plantas invasoras.

Hay obstáculos para compatilizar peatones y coches en el centro, una problemática asociada al tráfico por unos viarios que no están preparados para el tráfico rodado. Hay "congestión y ruido" en esta zona. Y se consume demasiado suelo en aparcamientos. En la ciudad en general, falta accesibilidad al transporte público en algunas zonas donde las paradas están a más de 300 metros del domicilio. Las grandes vías de comunicación en los espacios naturales forman un efecto barrera, y hay una contaminación difusa derivada de actuaciones industriales y tráfico rodado, además de otra lumínica, acústica y por emisiones de vehículos que han dado lugar a episodios de alarma por ozono, especialmente en verano.

No son los únicos problemas. Dicen que el número de contenedores de reciclado en el casco histórico no cumplen el mínimo establecido, que falta información a tiempo real sobre el funcionamiento del transporte público, que hay déficit en los sistemas de transporte alternativos, una descompensación entre la oferta y demanda de estacionamientos en toda la ciudad, que hacen falta más campañas de concienciación contra el molesto ruido, zonas verdes en intramuros y ordenanzas municipales que contribuyan a un uso racional y eficiente de la energía, así como a la regulación del alumbrado exterior y ornamental.

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