Actualmente son los dos grandes proyectos hoteleros que tiene la ciudad como ciertos. Cada uno está en fases muy distintas y con previsiones y plazos también diferentes. Pero ambos están unidos por una farragosa tramitación urbanística que parece no acabar nunca y que este viernes sumará en el Pleno municipal un nuevo paso. El enésimo, y no por ello el último; ni mucho menos. El futuro hotel del edificio Ciudad del Mar y la reconversión hotelera de Tiempo Libre vuelven al Salón de Plenos del Ayuntamiento en el que a priori será la última convocatoria del año.

En el caso del hotel de Puerto América, el Ayuntamiento vuelve al mismo punto más de dos años después. En septiembre de 2019 aprobaba inicialmente la modificación del PGOU para, básicamente, eliminar la protección que tenía el edificio y permitir así el desarrollo del proyecto hotelero de cinco estrellas que está en ciernes. Ahora, en diciembre de 2021, el Pleno tiene que aprobar nuevamente de manera inicial esa modificación, ya que determinados errores o lagunas en el expediente obligan a repetir este trámite, que conlleva la habilitación de un nuevo período de alegaciones (un mes) antes de dar por definitiva esa modificación del PGOU.

La clave radica en una serie de leves modificaciones que se hicieron al documento abordado en aquel pleno de septiembre de 2019 para atender las reclamaciones que en la tramitación trasladó la Demarcación de Costas. De tal modo que se considera que el expediente ha variado, obligando al Ayuntamiento a volver a aprobarlo inicialmente a la espera de posibles alegaciones que en el anterior proceso no se elevaron. Eso sí, en esta segunda aprobación no habrá que solicitar ya toda la serie de informes urbanísticos, de Costas y medioambientales que se redactaron a raíz del pleno de 2019.

Este trámite, por tanto, es vital para el proyecto hotelero, en cuanto que la modificación del PGOU posibilitará la descatalogación del edificio Ciudad del Mar, lo que permite “acometer obras de rehabilitación/reestructuración total con modificación de la configuración y composición exterior o, incluso, la posibilidad de construir un edificio de nueva planta previa demolición del existente”, según reza el expediente.

Imagen reciente de la obra del hotel que se ubicará en el edificio de la antigua residencia de Tiempo Libre.

En el caso de Tiempo Libre, también vuelve el Pleno a abordar una vieja cuestión, aunque en este caso para dar luz verde definitiva -a priori- del proyecto hotelero que está desarrollando Q Hoteles. En concreto, el viernes se aprobará el Estudio de Detalle preceptivo para que la parcela urbanística reciba todos los parabienes para la ejecución del edificio ideado por la empresa que a finales de 2019 se hizo con la titularidad de esta antigua residencia de Tiempo Libre.

En pocas palabras, el Pleno del viernes dará oficialidad documental al acuerdo que la empresa cerró con los vecinos para renunciar a la construcción de un edificio de catorce plantas a cambio de elevar una planta más de altura a la edificación actual, que pasará a tener diez pisos. Este trámite no ha impedido que la obra del futuro hotel avance, aunque a priori a raíz del acuerdo que adopte el Pleno de diciembre tomarán el impulso definitivo teniendo en cuenta esa previsión de que el hotel abriera al público de cara a la temporada veraniega de 2022 (algo que a priori parece complicado dado el estado actual del edificio y lo que tiene aún pendiente de construir).

Alrededor de 60 millones de euros hay en juego entre ambos proyectos hoteleros más que necesarios en la ciudad y que después de varios años siguen aún enfrascados en una fatigosa tramitación.