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Equipamientos

El nuevo propietario de Tiempo Libre no ha decidido si derribará o no el edificio

  • La firma Q Hotels anuncia que los espacios de ocio y esparcimiento tendrán especial relevancia en un hotel que quiere abrirse tanto a los clientes como a los gaditanos

El acceso al Tiempo Libre, que se hace actualmente por la calle Muñoz Arenillas, está vallado.

El acceso al Tiempo Libre, que se hace actualmente por la calle Muñoz Arenillas, está vallado. / Jesús Marín

En la filial hotelera del grupo Q la actividad se ha vuelto frenética desde que a primera hora del lunes se desveló que la oferta de Vico Black 98 por la residencia de Tiempo Libre era ligeramente superior a la otra presentada (de Nitsba Spain), por lo que resultaba adjudicataria de este edificio con gran potencial pero cerrado a cal y canto desde hace doce años. La nueva propietaria de Tiempo Libre apenas ha tenido tiempo para celebrar la nueva adquisición y para empezar a amueblar un proyecto que aún está muy verde. Tanto, que ni siquiera se conoce todavía si el edificio del Paseo Marítimo será derribado para construir uno 100% nuevo en su lugar –como hizo hace unos años, por ejemplo, Turespaña con el Parador Atlántico– o si por el contrario será rehabilitado manteniendo la actual estructura. O incluso si se optará por una fórmula media de derribar una parte y mantener otra.

Así lo trasladaba ayer a este medio el responsable comercial de Q Hotels, Juan Manuel Sánchez. Y es que la empresa está a la espera de que los técnicos y arquitectos se hagan cargo del edificio para redactar el proyecto definitivo que en apenas quince meses se quiere ejecutar para que en la primavera de 2021 esté funcionando este equipamiento hotelero de cuatro estrellas.

Queda por el momento la duda respecto al futuro del edificio construido a mediados de los setenta y que la Junta de Andalucía quiso derribar en su momento, cuando se aseguró que había problemas estructurales que de hecho habían motivado el cierre en 2007, para luego dar marcha atrás y dejar la decisión final en manos de los nuevos propietarios.

Se quiere atraer a un turismo vacacional, de eventos, gastronómico y de empresas

Al igual que la decisión sobre el edificio en sí, el trabajo técnico que en las próximas semanas lleve a cabo Q Hotels determinará el número final de habitaciones con las que estará dotado el edificio. Lo que plantea por ahora la empresa es un hotel abierto para todos. Para los visitantes que lleguen a Cádiz y para los propios gaditanos. Por ello, plantea un especial protagonismo de los espacios y zonas comunes que se vayan a diseñar y en los que ya se anuncia que la gastronomía tendrá un papel muy relevante. “Tenemos que adaptar le proyecto a los nuevos conceptos comerciales, buscando zonas de esparcimiento y otros espacios que inviten a entrar a la gente de Cádiz, no sólo al que viene a dormir”, plantea al respecto Juan Manuel Sánchez.

Además de esto, Q Hotels tiene claro que quiere captar clientes nacionales e internacionales, a través de los turoperadores con los que ya viene trabajando la empresa y dependiendo de las épocas del año. Y concebirá un edificio que permita que convivan en Tiempo Libre todos los segmentos turísticos posibles: turismo vacacional, de fin de semana, de eventos, gastronómico, de empresas... Para ello, explica el director comercial que hay que adaptar las habitaciones e instalaciones a esos diferentes clientes. “Por ejemplo, habilitando mesas y espacios en condiciones con un wifi potente para los clientes de empresas; o creando habitaciones para niños, o habitaciones conectadas entre sí para ese turismo vacacional”, traslada Sánchez, que señala también a la importancia que tendrá en el futuro hotel el segmento de los eventos, muy necesario además en una ciudad con ciertos problemas de espacios para esta parcela. Y, por supuesto, la importancia de la piscina, que se considera fundamental para un equipamiento de este tipo.

Todo ello, insisten en Q Hotels, propiciando una construcción que sea lo más ambiciosa posible respecto al uso de energías renovables y otras medidas medioambientales a efectos constructivos.

El nuevo propietario de Tiempo Libre ha puesto ya en marcha la maquinaria –con una reunión a gran escala que trasladan se celebró el mismo lunes durante todo el día entre los diferentes equipos de trabajo de la empresa– para que en quince meses la ciudad cuente con un nuevo hotel que todavía tiene muchas incógnitas que despejar. “Esto está recién parido, como quien dice”, concluyen desde Q Hotels.

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