La promoción de Abárzuza se ralentiza pendiente de las ventas
La tercera fase no se iniciará hasta que la segunda, ya concluida, esté ocupada al 70%, cincuenta puntos más que ahora
La promoción de Abárzuza, con 213 viviendas de renta libre, es la de mayor calibre de las que se ejecutan en toda la ciudad. Cuando se planteó hace ahora una década, llegó a contar con una lista de espera de dos mil familias interesadas en vivir en la Segunda Aguada, junto a la recién inaugurada avenida de Juan Carlos I, a pie de una estación de cercanías del tren y a escasos metros de la playa Victoria. El retraso en iniciarse los trabajos de construcción y la crisis inmobiliaria ha dado al traste con la planificación de la promotora, que por el camino cambió también a alguno de sus socios.
De esta forma, cuando acaban de concluir las obras de la segunda fase del complejo, formado por cinco edificios, la inmobiliaria ha decidido aplazar el inicio de la tercera hasta que no se dinamice algo el mercado de ventas de pisos en la ciudad.
De la primera fase ya se han vendido 32 de los 34 pisos existente, aunque los dos que aún están libres tienen ya a clientes para hacerse con ellos; en cuanto a la segunda fase, de la que ya se están dando los últimos retoques, la inmobiliaria ha cerrado la venta de de entre el 20 y el 25% del total de los 44 pisos que la componen.
Fuentes de la promotora reconocieron a este diario que el proceso de venta está siendo "muy lento", por lo que han optado por no arriesgarse a realizar inversiones con dificultades de retorno y parar por el momento el inicio de la tercera fase.
Las obra de ésta se iniciarán, por cuanto la promotora no tiene problemas de financiación bancaria, una vez el segundo de los bloques esté ocupado en un 70-75%, una cifra que se considera que daría garantía para mantener un ritmo aceptable en las ventas del tercero de los edificios.
Mientras, se está procediendo a la urbanización de los espacios públicos incluyendo el acerado más próximo a la zona del solar que sigue sin edificar, salvo en lo que afecta al aparcamiento subterráneo, que ya está construido lo que garantiza en el futuro una ejecución rápida del bloque de viviendas. Esta operación permite recuperar espacio para los peatones tanto en este tramo de la avenida de Juan Carlos I como en la vecina de la avenida de Portugal, que tiene una zona de una acerado cortada a los peatones desde hace años al verse afectada por estas obras.
Con la urbanización del acerado se abrirá una nueva calle entre Juan Carlos I y García Carrera.
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