El precario estado de la muralla de Cádiz obliga a hacer un estudio patológico del conjunto histórico

La ejecución del plan de reforma municipal se retrasa hasta saber el verdadero estado de todo el frente de la Puerta de Tierra

El Ayuntamiento también tiene pendiente por definir los usos de parte de estas instalaciones

Visitas al Torreón de la Puerta de Tierra y su experiencia inmersiva: horarios y pases

El lienzo, abandonado, del baluarte de Santa Elena que da a la estación del tren de Cádiz.
El lienzo, abandonado, del baluarte de Santa Elena que da a la estación del tren de Cádiz. / Julio González

El tesoro que para la ciudad debería de ser todo su recinto amurallado de Cádiz (castillos, baluartes y el frente de la Puerta de Tierra), está necesitado de fuertes inversiones que se pueden cuantificar en millones de euros, tanto para su mantenimiento como para su puesta en valor.

Hoy son el Ayuntamiento y la Demarcación de Costas las dos administraciones que invierten en este conjunto. La segunda se centra en todo el arreglo de la muralla costera, donde ya ha actuado en los tramos que se encontraban en muy mal estado, e incluso ha realizado trabajos puntuales en el propio castillo de San Sebastián, a pesar de estar fuera de su ámbito de actuación.

El Ayuntamiento, por su parte, viene ejecutando desde hace décadas, y con todos los gobiernos que han pasado este tiempo, numerosas obras.

Dejando a un lado el castillo de San Sebastián, cuya recuperación y puesta en uso implicaría una inversión superior a los 20 millones de euros, y que está pendiente de un acuerdo entre el Estado (su propietario) y el propio Ayuntamiento, es todo el frente de la Puerta de Tierra el que hoy ofrece un estado de conservación extremadamente deficiente. Y, a todo ello, se le une la falta de un plan de uso de sus amplias y valiosas instalaciones.

Lo cierto es que la falta de inversiones en la última década ha afectado de lleno a este conjunto histórico, Monumento Nacional primero y ahora Bien de Interés Cultural.

Los daños son evidentes. Se han caído numerosos sillares en parte de sus muros; estos, a su vez, se han desgastado desde la última actuación que se realizaron en los mismos, lo que provoca filtraciones en algunas bóvedas; hay peligro de caída de buena parte de la balaustrada, especialmente en el foso del Pelícano; los ramajes crecen cada vez más en una parte del lienzo de la muralla. Y solo la actuación realizada hace unos meses por el Ayuntamiento para reabrir el Torreón (que también sigue necesitando muchas mejoras) ha permitido adecentar el paseo superior.

De este conjunto forman parte los baluartes de San Roque y Santa Elena. El primero tiene pendiente por recuperar toda la parte superior, a partir de la línea de acera; el segundo aporta una imagen de abandono visible, por su amplitud, para todos quienes llegan por tren a la ciudad. Y se empeora viendo el estado del lienzo del antiguo baluarte de San Felipe, hasta llegar a la misma plaza de Sevilla.

Tanto en la etapa de gobierno de José María González como en la actual de Bruno García, se han buscado fondos europeos para invertir en este complejo defensivo. Sin embargo, ninguno de estos planes han salido adelante, por lo que el Ayuntamiento del PP ha puesto, en una primera fase, 4 millones de euros para actuar en la Puerta de Tierra.

Este dinero procede de un préstamo bancario de 27 millones de euros, que se completa con los proyectos de la avenida de Astilleros y la transformación del viejo cementerio en un parque.

La previsión del área de Urbanismo era empezar la recuperación del frente amurallado por el baluarte de San Roque.

Aunque en un primer momento se chocó con posibles problemas legales al estar ocupadas varias de las bóvedas de este baluarte por propietarios privados, finalmente lo que ha ralentizado esta operación global ha sido la necesidad de hacer una radiografía de todo el conjunto.

Así, según destaca a este diario el teniente de alcalde de Urbanismo, José Manuel Cossi, “tenemos que hacer un diagnóstico sobre cómo está toda la muralla, un estudio patológico de todo el conjunto de Puerta de Tierra”.

Caída de sillares en un tramo de la muralla.
Caída de sillares en un tramo de la muralla. / J. A. H.

Un informe exhaustivo, que puede que lo haga la UCA, que analizará y localizará todos los problemas que se detecten en la muralla que, presumiblemente, serán muchos, variados y dispersos por todo este conjunto urbano. Sólo entonces se podrá saber cómo hay que actuar para su recuperación, por dónde resulta más prioritario iniciar las obras, y qué tratamiento hay que seguir a medio y largo plazo para mantener todo lo que se haga.

El calendario previsto se ralentiza

De esta forma, mientras que ya se trabaja en los proyectos de Plaza de Sevilla y del cementerio, la inversión de 4 millones en la muralla se ha ralentizado a la espera de este análisis de su estado, que visto como está todo no debería de retrasarse.

Cabe recordar que ya el Ayuntamiento aprobó una inversión cercana a los 70.000 euros para realizar un tratamiento en los arcos de entrada y salida del casco antiguo, donde se detectaron algunas grietas. Estos arcos no son originales pues se construyeron a principios de la década de los años 50 del pasado siglo.

Los usos de todo el frente de la muralla

Pero los achaques del frente de Puerta de Tierra van más allá de su mal estado físico. El Ayuntamiento tiene pendiente, desde que la ciudad recuperó esta fortificación hace décadas, definir su uso para beneficio de todo Cádiz.

La utilización como espacio dedicado a la cultura y al ocio y, por ello, como el que debería de ser uno de los grandes referentes turísticos de Cádiz, o bien no ha funcionado nunca o, simplemente, se ha ignorado.

Más allá del Torreón, hay una amalgama de instalaciones que no están conectadas entre ellas y que, mucho menos, tienen que ver con el entorno histórico en la que se ubican: oficinas del Ayuntamiento, peñas carnavalescas, talleres de diversos tipos, local de hostelería, sede de los legionarios, varias naves que se encuentran vacías o que funcionan como auténticos trasteros municipales y dos pequeños museos, el de los Títeres y el Litográfico necesitados ambos de nuevos proyectos museísticos y, también, de ubicaciones más adecuadas.

Sin embargo, en esta primera fase el Ayuntamiento no tiene previsto cerrar un diseño de uso de todo el conjunto, más allá de ocupar alguna de las naves vacías.

Lo cierto es que mientras que no se restaure el conjunto y se le dé un uso adecuado a su historia, la ciudad de Cádiz pierde el que debería de ser uno de los grandes referentes turístico y cultura, de lo que hoy adolece.

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