La plaza de San Francisco de Cádiz pierde una terraza
Tras el traslado de la marisquería, el actual PGOU no permite la instalación de un negocio de hostelería ni de mesas exteriores por ser considerada esta plaza como 'Zona Acústicamente Saturada'
La marisquería San Francisco se muda a la plaza de San Juan de Dios y se convierte también en pastelería

El portal web de alquiler y venta de inmuebles, Fotocasa, anuncia el alquiler de un local en la plaza de San Francisco de la capital gaditana, casi haciendo esquina con la calle del mismo nombre.
Se trata de uno de los locales que ocupaba hasta hace unas semanas la marisquería San Francisco, que el pasado mes de mayo se trasladó a San Juan de Dios.
Lo curioso es que este anuncio recoge una importante novedad y es que el futuro establecimiento no podrá dedicarse a la hostelería ya que esta plaza está considerada como “zona saturada de ruidos”, lo que significa que pierde también una terraza, después de varios años siendo un lugar muy frecuentado por gaditanos y visitantes para tomar algo al aire libre.
El local ha rebajado su precio 900 euros, pasando de los 1.500 que pedía en un principio a los 600 actuales.
Según recoge el PGOU de Cádiz, efectivamente, esa plaza se sitúa en una 'Zona Acústicamente Saturada' y por tanto no puede dedicarse a hostelería o restauración pero sí a otras actividades. La anterior licencia de la marisquería permitía la instalación de una terraza, pero el local ahora vacío no cuenta con licencia, por lo tanto debe ajustarse al actual PGOU.
El Ayuntamiento, a través del área de Urbanismo, está elaborando un mapa del ruido de la ciudad, que se publicará en unos meses, y puede que esta situación cambie para la plaza de San Francisco, aunque de momento no es así.

Cuenta Francisco Alfaro, propietario de la marisquería San Francisco, que él estuvo dispuesto a traspasar la licencia del negocio, pero no llegó a un acuerdo económico con los posibles interesados. El motivo de su traslado no fue otro que el elevado gasto de mantener los tres locales que formaban la marisquería, que en la última etapa le suponían solo en alquiler un montante aproximado de 6.000 euros. “Yo al entrar por la puerta ya estaba pagando casi 2.000 euros al mes por cada local. Al principio el propietario me hacía contratos por cinco años, luego por dos, al final por año, con el objetivo de subir el precio del alquiler anualmente. Cada vez que firmaba un nuevo contrato me aumentaba 100 euros al mes el alquiler, era algo insostenible”, explica.
Además, el establecimiento no cuenta con cocina ni con salida de humos, por lo que la puesta en marcha de un nuevo bar o restaurante sería aún más complicado.
Una nueva ubicación
El pasado mes de mayo la marisquería que durante años formó parte del paisaje de la plaza de San Francisco y de la que tomó su nombre, se mudó a la de San Juan de Dios, donde abrió en la antigua pastelería Didyme. Allí ofrecen sus gambas, langostinos, cigalas, mejillones, cañaíllas, quisquillas, camarones, patas, bocas, cigalas, galeras... acompañadas de su jarras de cerveza heladas y siguen apostando por los desayunos y meriendas del anterior negocio.
Francisco Alfaro afirma que él y su mujer, Rosa María Gómez, se plantearon dejar solo el marisco como parte de su oferta ya que era su buque insignia, pero al ver que la pastelería-cafetería tenía una clientela fija decidieron combinarlo. “Cubrimos todo el día porque cada negocio funciona en horas distintas. Estamos ininterrumpidamente de nueve de la mañana a doce de la noche y con la cocina abierta”, finaliza Francisco.
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Es Director territorial SurLevante de Howden Iberia.