La marisquería San Francisco se muda a la plaza de San Juan de Dios y se convierte también en pastelería

Se ha trasladado al local de la antigua cafetería Dydyme y su propietario ha decidido unir ambos negocios abriendo todo el día

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Un cartel a las puertas del establecimiento.
Un cartel a las puertas del establecimiento. / Iván Barba

Hace varias semanas un cartel colgaba en el exterior de la marisquería San Francisco: 'Nos trasladamos. Desde el 1 de mayo os atenderemos en Plaza de San Juan de Dios, número 14 (junto a McDonald's)'. El anuncio estaba claro. Lo complicado era situar esa nueva ubicación porque no había ningún local libre en la zona. Hasta que se colocó el nombre y el logo sobre su puerta y abrió el pasado 9 de mayo. Es en el establecimiento que desde hace años ocupa la cafetería-pastelería Didyme y por eso esta apertura es distinta.

Ahora la marisquería San Francisco será, como su propio nombre indica, marisquería pero también cafetería-pastelería, con la misma oferta y productos que sus anteriores dueños. Francisco Alfaro, propietario junto a su mujer, Rosa María Gómez, explica que tras 10 años trabajando en la plaza que da nombre a su negocio, tomaron la decisión de trasladarse porque en San Francisco tenían tres locales y por tanto pagaban "tres alquileres, tres alarmas, tres seguros, tres terrazas... Eran muchos gastos".

Buscando un solo espacio donde instalar su establecimiento, les llegó que la cafetería Didyme iba a ser traspasada. "Al principio no nos cuadraba porque necesitábamos otro tipo de local, pero con una pequeña reforma vimos que podría funcionar. Además, la terraza es reducida, que era algo que nosotros queríamos".

La idea de combinar una marisquería con una cafetería es algo cuanto menos original, pero según afirma el dueño del negocio se convirtió en algo natural viendo la trayectoria previa de la pastelería. "El gran dilema era, ¿cómo quitamos algo que funciona y que va bien? ¿Implementamos lo nuestro sin que estorbe? Pero al final la respuesta es fácil y sencilla. El desayuno funciona a la hora que la marisquería no lo hace. Aquí lo normal es que a la una ya no se pidan desayunos y eso para mí era perfecto porque mi negocio empieza a funcionar a partir de esa hora. O sea, cubrimos el hueco de la mañana con los desayunos y a partir de la una empezamos con la cervecita, el marisco, la tapita... Y sobre las cuatro o cuatro y algo volvemos al café y al dulce. A las ocho terminan las meriendas y a las nueve o nueve y media arranca de nuevo la hora de la marisquería, hasta las doce de la noche".

Francisco Alfaro, ante un mostrador de la marisquería.
Francisco Alfaro, ante un mostrador de la marisquería. / Iván Barba

Francisco y Rosa María decidieron seguir con los mismos empleados de la marisquería y subrogar a los de la pastelería con lo que "estamos ininterrumpidamente de nueve de la mañana a doce de la noche y con la cocina abierta. Además, no cerramos ningún día de la semana". Pero, ¿no va ser un poco confuso si el cartel pone solo marisquería? Francisco Alfaro no duda a la hora de contestar. "Pensamos en el tema pero me he dado cuenta de que da igual porque la cafetería tiene clientela fija de años, incluso hay gente que todavía no se ha dado cuenta de que ha cambiado de nombre y de dueños. Le dimos mil vueltas al coco pero hay gente que entra por costumbre y ni se fija".

Lo único que le han "criticado" es cómo se puede llamar San Francisco estando en San Juan de Dios. "Quizá a la gente le puede chocar, pero yo tenía claro que debía estar mi nombre comercial. La clínica Barrié por ejemplo no está en esa calle y no pasa nada. Al final lo importante es lucir el nombre por el que te conocen".

El concepto es novedoso al unificar los dos negocios, pero no ha supuesto mayores cambios ya que la oferta de ambos establecimientos continúa intacta. "En pastelería hemos dejado los mismo dulces del obrador La Marina, del horno Los Abuelos y de Obrador Fierro, las tostadas con todo su surtido de complementos y hemos mejorado el café, aunque seguimos con la misma marca. La maquinaria sí se ha cambiado. Los pasteles son de una calidad increíble. Todos los días se queda la vitrina vacía", señala Alfonso.

En cuanto a la marisquería "nuestro buque insignia es la cerveza fría servida en jarra helada. Con eso nos dimos a conocer, con la cerveza que llega a la mesa fría, con espuma y escarcha. De marisco tenemos todo el surtido que te puedas imaginar. Si no lo tenemos es porque no es de temporada. Vendemos gambas, langostinos, cigalas, mejillones, cañaíllas, quisquillas, camarones, patas, bocas, cigalas, galeras... Ahora también tenemos caracoles y cabrillas", finaliza el propietario de la marisquería San Francisco.

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