Una patera con un número indeterminado de migrantes ha llegado pasadas las nueve de la noche a la playa de Cortadura, concretamente frente al chiringuito Nahú. Entre ellos se encontraba un menor de tres años, que ha sido hospitalizado con una hipotermia. 

La embarcación dejó a sus ocupantes, que se han lanzado al agua, algunos de ellos incluso cargados con bolsas en las que llevaban sus escasas pertenencias.

Los migrantes han abordado a algunos paseantes que se encontraban en esos momentos por la playa y le han pedido información sobre la mejor forma para poder adentrarse en la península. 

Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional han llegado a la zona y en estos momentos ya han conseguido interceptar a 25 de ellos, que han sido llevados a las dependencias policiales para tramitar su correspondiente expediente.

Uno de los migrantes es atendido a su llegada a la playa.

La de esta noche es la tercera patera que llega en apenas un mes a la playa de Cortadura, después de que otras dos ya tomaran el rumbo del arenal gaditano. El pasado verano otra embarcación cargada de magrebíes llegó hasta Santa María del Mar.

En el dispositivo y en la localización de los ciudadanos extranjeros participaron agentes de la Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local. Así mismo, tomaron parte los servicios sanitarios del SAS y la atención socio-sanitaria de Cruz Roja.

Todos los ciudadanos extranjeros fueron trasladados hasta la Comisaría de San Fernando, donde permanecen custodiados hasta que se finalice el correspondiente expediente por infracción a la Ley Orgánica sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social, debido todo ello al tratar de entrar en España por una zona no habilitada al efecto y fuera de los cauces reglamentados.

La Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras es la encargada de realizar los trámites documentales, apoyados por agentes de la Brigada de Policía Científica para la reseña dactilar y la identificación lofoscópica.

Las mafias cada vez están abriendo nuevas rutas para trasladar a los migrantes hacia Europa. En ocasiones las luces del pirulí de Telefónica los despista, aunque en casos como este todo hace suponer que son embarcaciones nodrizas las que dejan cerca de la costa a las pequeñas pateras para que finalicen la travesía, que en muchos casos cuesta hasta 1.000 euros.