Nuevo rodaje en Cádiz, plató de cine también para el terror
El cineasta jerezano Jesús Sotomayor rueda en la ciudad y en parte de la provincia el cortometraje ‘La clavícula de Salomón’, su primera incursión en la ficción después de su premiada carrera en el documental
El 'Oro Rojo' de Jesús Sotomayor, en busca del Goya

Cádiz/Un cadáver aparece en las marismas. Una pareja de la Guardia Civil comienza a investigar el caso, pero es un periodista, al que no le encaja la aparición de un extraño libro en la escena del crimen, el que tomará el relevo de la exploración de unas pesquisas que lo llevarán a descubrir un patrón temporal y un Cádiz, que tras su reconocida luminosidad, esconde una oscuridad inherente... Bajo esta apeticible premisa, el cineasta jerezano Jesús Sotomayor se enfrenta a su primera incursión en la ficción, un cortometraje llamado La clavícula de Salomón.
“La clavícula de Salomón es el nombre del libro, del grimorio, que aparece junto a la persona asesinada. Es un libro que existe en realidad y que se utilizaba en la antigüedad para hacer magia negra, es un manual para hacer rituales con los que convocar a los demonios por lo que, evidentemente, la investigación de este periodista, gracias a que conoce a una familia que lleva generaciones en las marismas y que parecen saber más de lo que parece sobre este asesinato, se va a ir hacia un lado que, en principio, no se esperaba”, explica, con cuidado de no desvelar mucho más de la trama, el director y guionista de esta pieza arraigada profundamente en el concepto de “dualidad”.
“Esta es una película basada en el terror psicológico, en el terror hacia lo desconocido, entonces, jugamos en todo momento con la dualidad en que si las cosas que el periodista está investigando tienen que ver con un psicópata o con alguna energía maligna. Que a lo mejor, o no, ya veremos, están relacionadas. No hay que olvidar que el ser humano, en su miedo ante lo desconocido, incluso en su medio ante la oscuridad o lo tenebroso que habita en él, suele apoyarse en la figura del demonio”, argumenta el director de Oro rojo –el documental premiado en el Festival de Málaga– que lleva esta dualidad a otros aspectos de su cortometraje. “Además de la dualidad de maldad palpable-espiritual, también están presentes la dualidad hombre-mujer,bien-mal, yin-yang, incluso hasta hay acciones que se producen de dos en dos”, detalla.
Dualidad presente también en “el carácter de algunos personajes”, como el de Sara, que interpreta la joven Marta Escalante. Sara es la hija de la intrigante familia que vive en las marismas y “aunque su apariencia es de niña desvalida, que no tiene todas las demás cosas que pueden tener otras niñas, que vive con su hermano (Pablo Benítez) y con su abuelo (Bruto Pomeroy), una niña buena que ayuda a los demás, pues también tiene su parte más oscura, es un personaje muy bonito de hacer porque pasa por muchos estados diferentes”, se congratula la actriz que lo encarna y que siente este papel como “una oportunidad”.
A ella y a su peculiar familia se acercará Pedro, un periodista de Madrid que trabaja en Diario de Cádiz que es interpretado por el actor Guillermo Estrella (Biutiful, El chiringuito de Pepe, Cuéntame cómo pasó) que lleva el peso de la investigación y, por tanto, del cortometraje de Sotomayor. “Tenemos también a Mario Zorrilla, que ha trabajado en El laberinto del fauno, en la serie El secreto de Puente Viejo, ahora está en los cines con Mikaela, en el papel del teniente de la Guardia Civil,a Carmen Calero haciendo de la agente compañera, a Sergio Román como el jefe de la redacción, a Bárbara Shunyí como la codicóloga a la que consultan... Bueno y un gran número de figurantes porque esta película tiene muchos personajes en torno a los que circula la trama. Y la verdad que está siendo un reto trabajar con tanta gente en un corto, pero es necesario para poder enredar y desenredar esta intriga”, resuelve el creador.
Una trama ligada e influenciada por los paisajes donde se desarrolla, especialmente, por la singularidad de las marismas. “Un lugar como una marisma es un sitio muy especial, es un lugar casi desierto pero, a la vez, lleno de vida y también ligado al surgimiento de la vida en la Tierra, al mar. Es como un lugar intermedio, ¿no?, como un purgatorio, esos lugares que están dotados de cierto misticismo, de cierta, digamos, atmósfera muy propenso para unir otras realidades, para lo extraño”.
En marismas de la provincia de Cádiz, en una salina privada de Chiclana, en el Parque Natural de la Breña en Barbate, en el Casino Gaditano de la capital gaditana, entre otras localizaciones, ha rodado La clavícula de Salomón el equipo de Jesús Sotomayor durante toda la pasada semana, además de en la propia redacción de Diario de Cádiz.
Es en la céntrica sede del rotativo gaditano donde el protagonista recibe el encargo de investigar el caso de asesinato que lo llevará a la geografía insólita de las marismas, aún más misteriosa después de pasar por el filtro del isleño José Luis Ossorio, fundador de Mordor Props Workshop cuyos trabajos de props, réplicas y prototipos han sido requeridos para películas tan relevantes como La sociedad de la nieve, de J. A. Bayona, o series como Juego de tronos. Además de con Ossorio, Jesús Sotomayor cuenta con “un equipo técnico formado casi por entero de profesionales de nuestra tierra”, se enorgullece. De hecho, es una de las motivaciones que le animan a poner este proyecto en marcha, “trabajar con gente tan buena de la provincia de Cádiz y, también, contribuir a poner su trabajo en valor, si consigo que el público pueda ver eso también en esta película, cumpliría, desde luego con uno de mis objetivos con esta película”, asegura.
Además, “trabajar en Cádiz” es otro de los grandes alicientes para el cineasta ya que considera que “Cádiz es un sitio muy bonito, un sitio maravilloso y un sitio que hay que seguir mostrando en todo el mundo”. Así, aunque la historia de La clavícula de Salomón “podría pasar en cualquier lugar del mundo”, Sotomayor elige Cádiz porque apuesta por “seguir mostrando nuestra tierra, una cara diferente de nuestra tierra, gracias al terror”. “Insisto, los paisajes de la provincia, que aquí están escogidísimos, son maravillosos, los profesionales de Cádiz son increíbles y tenemos también muchas facilidades a la hora de rodar como las horas de luz. Son muchos factores, muchos, los que me llevan a hacer esta película en Cádiz, pero, además, porque soy gaditano y quiero hacerlo en mi tierra, estoy orgulloso de mi tierra”.
Por tanto, qué mejor lugar para rodar una cinta que, a buen seguro, será inolvidable para el director, no en vano, es su “primera incursión seria” en la ficción. Un proyecto que levanta “animado” por José Luis Goas, exdirector del Festival de Cine de Sitges, al que Sotomayor conoce de los tiempos en los que fundó el Festival de Cine Fantástico de Tarifa, Fantarifa. Y, de hecho, Sitges será uno de los festivales a los que este cortometraje intentará llegar –también a Málaga, otro viejo conocido de Sotomayor– para, después “pasar a las salas de cine y ponerlo a disposición de todo el mundo, en abierto, porque el objetivo es que se vea, que la gente lo disfrute”, se compromete su autor que, tras el rodaje, afrontará el proceso de posproducción de la película “en dos fases”. “Primero se hace la edición y después se colorea, que lo hará un gran profesinal como es Jesús María García”, precisa.
Y antes de comenzar su periplo por los festivales nacionales, al director de La clavícula de Salomón le gustaría hacer un preestreno en Cádiz, en las instalaciones del Hotel Q Bahía de Cádiz, donde también se han grabado algunas de las escenas de la obra y a cuya dirección agradece su colaboración, al igual que al Cuerpo de la Guardia Civil que “nos han asesorado a la hora de enfrentar las escenas que implican la aparición de los investigadores, dotándole de mucho realismo a este corto”, agradece.
Agradecimiento que se hace especialmente extenso hacia el “súper equipo” que Sotomayor ha fichado. “No te imaginas la implicación de cada uno ellos y cómo se están volcando con el proyecto. Yo estoy muy contento”. Con esa compañía, un director de una obra de terror no teme “a nada”.
Jesús Sotomayor, un director y productor con experiencia
Jesús Sotomayor Navarro (Jerez, 1969) ha sido reportero gráfico para RTVE durante 25 años tanto para los informativos de la provincia de Cádiz, como para otros contenidos. Fundador de la productora Trafalgar Cinema ha dirigido y producido diversas películas documentales.
En la primera, El sentimiento de los vientos (2015) contó con la narración de Eva Hache y Antonio López del Moral, con la participación de Álex de la Iglesia e Imanol Arias. En 2019 es nombrado director del Festival de cine fantástico de Tarifa, Fantarifa, cita hermanda con el Festival de Sitges. En 2020 recibe la Biznaga de Plata al mejor largometraje de la sección Cinema Cocina del Festival de Cine de Málaga por Oro rojo, que también cosecha cinco nominaciones a los Goya.
Ese mismo año otro de sus trabajos, El alcalde, es nominado en los Victory Awards de EE UU. Al año siguiente dirige junto a Pablo Carbonell el documental Un gran salto para la humanidad y en 2023 dirige para Mediaset la serie Los bribones, en el corazón de la aventura, que emitió la cadena Cuatro.
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