El total de los 62 proyectos presentados a la Diputación para que opten a los fondos Next Generation europeos superan los 194 millones de euros, lo que deja una media de más de tres millones de euros por cada proyecto. No obstante, algunos de ellos superan los diez millones de euros; como es el caso del proyecto de construcción del pabellón polideportivo Fernando Portillo, una vieja cuenta pendiente del propio Ayuntamiento que se pone ahora en manos de Europa para su consecución.

Hasta los 11,35 millones de euros se dispara este proyecto ideado por el Ayuntamiento, que concibe un equipamiento del todo eficiente, un edificio “medioambientalmente sostenible en cumplimiento de los estándares consumo de energía prácticamente cero”. Para ello, el Portillo contará con sistemas de producción de energía mediante paneles fotovoltáicos y paneles solares, iluminación de bajo consumo tipo LED, climatización mediante equipos de alta eficiencia, y sistemas de aislamiento térmico en cerramientos y carpinterías.

Hasta 2.000 espectadores tendrá de capacidad el nuevo pabellón, que estará dispuesto para la práctica deportiva habitual a nivel local y de entrenamiento, y también para acoger grandes eventos deportivos y competiciones de alto nivel.

Para ello, en un primer edificio se contempla un vestíbulo desde el que se accede a la zona de vestuarios y, de ahí, a las pistas; y una primera planta hacia la que se dirigirán los espectadores, que contarán con una grada fija para 1.000 personas y otras gradas extensibles con capacidad para otro millar, que se utilizarán cuando el uso de las pistas se reduzca a la central. Todo ello con todos los servicios e instalaciones necesarios para albergar competiciones, desde los accesos individualizados para deportistas, público, prensa o autoridades, a la instalación de numerosos aseos y otras salas de guardarropa, antidopaje o técnicas.

Además, contará con un edificio adyacente que contará con gimnasio y con aparcamientos, según ha trasladado el Ayuntamiento en base al proyecto inicial elaborado por los técnicos municipales.

“No estamos ante la ejecución de una infraestructura deportiva”, avisan desde el Consistorio, que no obstante reconoce que el deportivo es el elemento central del proyecto, lo cual “viene a revertir el déficit de infraestructuras deportivas que tiene la ciudad”. Pero más allá de la práctica deportiva, “esta iniciativa viene a desarrollar socialmente y a través del deporte un barrio de Cádiz carente de instalaciones y donde un gran número de mayores y mujeres están ávidos de las mismas para la práctica deportiva”. Junto a estos factores, se destaca también la contribución de ese edificio a la lucha contra el cambio climático “con la instalación de un techo solar que no solo haga sostenible energéticamente la instalación, sino que a su vez la convierta en positiva, al producir más de la necesitada”.