En el plazo de dos o tres semanas las monjas concepcionistas volverán a habitar el Monasterio de Santa María, que tuvieron que abandonar hace 16 años debido al estado ruinoso del edificio, cuya estructura original fue fundada en 1527, hace cerca de 500 años.

El superior de los mercedarios y capellán del convento, José María Sánchez, se encargó en la jornada de este jueves de bendecir las renovadas instalaciones de la antigua Casa del Capellán, con acceso desde la calle Teniente Andújar, que serán ocupadas por tres de las monjas que se marcharon hace cerca de dos décadas.

El edificio ha sido rehabilitado gracias a los fondos de la propia comunidad religiosa y al duro trabajo que desde 2010 viene realizando la Asociación de Amigos del Convento de Santa María, que también ha aportado una buena cantidad de dinero.

Ahora se afronta una nueva fase ante el ambicioso objetivo de recuperar todo el monasterio, una labor nada fácil porque hasta ahora la ayuda pública ha sido nula. En este sentido, la delegada del Gobierno de la Junta, Mercedes Colombo, que fue la única autoridad que acudió al acto, indicó a este diario que el objetivo es, si el PP sigue gobernando en Andalucía, aportar fondos para este proyecto.

En este sentido declaró que ya había una partida de más de 200.000 euros para este año, que no ha podido salir adelante al no aprobarse el presupuesto regional.

"Nosotros tenemos claro que hay que ayudar, pero era complicado encontrar el mecanismo jurídico adecuado (que al final fue una ayuda nominativa). No tiene sentido que este convento siga así. En la última etapa de gobierno de Teófila Martínez se inició el proceso de ayuda municipal, pero Kichi no la continuó. Nuestro objetivo es seguir aportando fondos para las siguientes fases", señaló la delegada de la Junta.

El presidente de la Asociación de Amigos, Antonio Ramos, valoró el duro trabajo realizado en estos años, y el ánimo con el que se encaran las siguientes fases.

Igualmente destacó la humildad con las que las monjas, la madre abadesa sor María Luz, junto a las hermanas Carmen María y Mónica, han planteado las obras, rechazando cualquier actuación "de lujo asiático".

Todo el mobiliario ha sido aportado por familias gaditanas, salvo las imágenes de la capilla y otras dependencias.

Ramos destacó la conexión de las monjas con el barrio de Santa María, cuyo presidente, José Rodríguez, acudió al acto de bendición.

El edificio, cuenta inicialmente con 6 habitaciones-celdas, que se podrán ampliar en 6 más en la segunda planta que, por falta de fondos, aún no se ha podido terminar. En la planta baja se ha recuperado la campana y el viejo torno junto a la cocina.