Manuel Bohórquez: "Sevilla y Cádiz tienen una deuda histórica con Silverio Franconetti"

El crítico e investigador flamenco presenta este sábado 15 de noviembre ‘Silverio. El hijo del italiano’, una novela sobre “el rey de los cantaores”

Cádiz ya está preparada para la X edición de los Premios del Flamenco Silverio Franconetti

El crítico e investigador Manuel Bohórquez.
El crítico e investigador Manuel Bohórquez.

Silverio. El hijo del italiano es una novela que, podríamos decir, Manuel Bohórquez lleva escribiendo durante más de 50 años en su cabeza. Medio siglo de actividad investigadora, de desvelar misterios, de llenar con rigor lagunas y, al fin y al cabo, de recuperar la memoria perdida o incompleta de grandes figuras del flamenco. Por eso, cuando el crítico e investigador sevillano dice que “Sevilla y Cádiz tienen una deuda histórica con Silverio Franconetti”, el artista que le otorgó al flamenco “la profesionalidad, dignidad y la categoría de arte” de la que hoy goza, hay que ponerle oído. Lo dice Bohórquez en esta conversación que antecede a la presentación en Cádiz de ese libro que le ha rondado por décadas en su hiperactiva cabeza. Será el próximo sábado 15 de noviembre, a las 20.00 horas, en el Hotel Senator, con el periodista Alejandro Luque como presentador, y en el marco de la entrega de los Premios del Flamenco, renombrados este año, precisamente, Silverio Franconetti.

Bohórquez no es nuevo en esto de encontrar el compás en las teclas. Ni mucho menos. Pero este crítico de referencia en prensa y autor de numerosos ensayos sí confiesa que con Silverio. El hijo del italiano se ha enfrentado “por primera vez” a escribir una novela “por derecho”. Y lo hace con la vocación de contribuir a saldar esa “deuda histórica” con “el niño de un militar italiano y una alcalareña, que se escapaba para ver y escuchar a las escuelas boleras de Sevilla, que soñó ser cantaor, y que lo consiguió llegándose a convertir en el rey de los cantaores, tal y como lo proclamaron en Cádiz”.

Una trayectoria vital y profesional apasionante –“fundó los primeros cafés cantantes, mantuvo amistad estrecha con otros grandes de su época, se fue a América siendo ya una figura y volviópara poner los mimbres de la profesionalización del flamenco”– que Bohórquez ha querido poner en boca del mismo protagonista. Una novela con un personaje principal que narra sus andanzas en primera persona en la, no menos interesante, escena cultural y social de la segunda mitad del XIX.

Ilustración realizada por Patricio Hidalgo sobre Silverio Franconetti.
Ilustración realizada por Patricio Hidalgo sobre Silverio Franconetti.

“Las dos figuras flamencas más importantes de ese siglo son, sin duda, El Planeta –de quien Bohórquez descubrió su procedencia de Cádiz, entre otros hallazgos– y Silverio Franconetti. Silverio, aunque era sevillano, también vivió en Cádiz, donde a su vuelta de América, en 1864, fue recibido como el rey de los cantaores, según las crónicas de la época. En Cádiz vivió en la calle Enrique de las Marinas, y en la capital gaditana es donde hizo sus primeras grandes actuaciones trabando mucha amistad con los legendarios Ortega, Enrique Ortega El Gordo, era protector suyo en la ciudad. Después de fue a Málaga, donde se casó, para regresar a Sevilla y ya allí convertirse en el principal impulsor de los cafés cantantes”, enmarca el escritor los datos históricos, “la verdad histórica”, con la que ha trabajado para, después, ficcionar sobre ella.

Con todo, Bohórquez aclara que los elementos ficcionados se insertan “en conversaciones” como la que en un capítulo mantiene Silverio con La Parrala. “Lo que se dicen, evidentemente, pues me lo he inventado pero basándose en cosa que se pudieron decir porque, no perdamos de vista, que fue Silverio quien se trajo de Huelva a la Parrala y con ella mantuvo una gran amistad”, explica el autor que también pone a departir a su protagonistas con artistas del tiempo como la Serneta o Curro Dulce.

Pero también a viajar, a enamorarse, a crecer como artista y empresario, a recrear su época de picaor de toros y hasta le da tiempo de desterrar algunas “mentiras” instaladas en la psique de los aficionados “como que se fue de Sevilla porque mató a una persona”.

Imagen, facilitada por Manolo Bohórquez, de Silverio Franconetti.
Imagen, facilitada por Manolo Bohórquez, de Silverio Franconetti.

Lo dicho, el rigor al dato histórico –el ya sabido o el novedoso y que ahora cuenta en esta obra– es el sustento diferenciador de este casi nuevo género de novela histórica flamenca que Manuel Bohórquez inaugura, de la mano de Colibrí Ediciones y con Patricio Hidalgo como responsable de unas “magníficas ilustraciones”, y que espera “continuar” con otras figuras flamencas. “Mira, hasta una productora cinematográfica hay ya interesada en esta historia”, adelanta.

Sin embargo, a Bohórquez le sigue doliendo que quienes deben de interesarse por honrar a esta figura, las administraciones públicas, están instaladas en “la desidia” con el flamenco. “Es increíble que en Sevilla y en Cádiz Silverio no tenga ni una calle, ni un azulejo, ni un monumento...Nada. Como tampoco El Planeta en Cádiz. Nada de nada. Y si Mairena o si La Niña de los Peines tienen algo en Sevilla ha sido por la sociedad civil y aficionados. Es increíble que con el dinero que entra en Sevilla con el flamenco, nadie le haya puesto una estatua, al menos, a Silverio en la Alfalfa”, lamenta.

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