La palabra subrogación la tienen grabada a fuego los todavía empleados de LTK, la empresa logística de la aeronáutica Alestis, que cerró sus puertas en las naves de la antigua Altadis a principios de mes esgrimiendo como argumento que su cliente le había suspendido el contrato que mantenían desde hace años.

Los empleados que se van a ver en la calle a finales de mes se han concentrado este lunes en las puertas del Ayuntamiento de Cádiz para darle visibilidad a su drama, ya que 51 personas se van a ver afectadas por este despido colectivo. Precisamente, en la plaza de San Juan de Dios han recibido el apoyo del equipo de Gobierno municipal con el concejal de Fomento, Carlos Paradas, al frente.

Los representantes sindicales de LTK se mantienen en su postura inicial de no firmar bajo ninguna condición el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que quiere aplicar la empresa y que entraría en vigor el próximo 1 de diciembre. El secretario del comité de empresa, José Carlos Castillo, afirma que de momento han tenido una de las tres reuniones previstas en el proceso de negociación, “pero da igual que tengamos una o 300 porque no vamos a firmar en ningún caso nuestro despido porque eso sería cavar nuestra tumba”.

La lucha por la subrogación de sus puestos de trabajo no es nueva, sino que ya existe un precedente con LTK en Sevilla, cuando Alestis terminó subrogando al mismo personal cuando se dio una circunstancia idéntica, es decir, se rompió el contrato entre las dos pero la tarea se seguía haciendo en la segunda. Los tribunales vinieron a dar la razón a los trabajadores, que fueron absorbidos por Alestis.

En LTK cree que aquí también se produce una sucesión de empresas, por lo que entraría en efecto el artículo 44 del Estatuto de los Trabajadores.

En unas octavillas que han repartido a la ciudadanía, incidían también en el hecho de que una carta parte del accionariado de Alestis pertenece al Estado a través de la Sepi (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales), por lo que desde la administración pública también se deberían tomar cartas en el asunto.De momento, la representación legal de la plantilla ya se encuentra estudiando la demanda colectiva para llevar a los juzgados la anulación de los despidos y que se ordene la subrogación en Alestis.

Los trabajadores también denuncian que la desvinculación del contrato entre ambas empresas se produce con una huelga indefinida convocada por el comité de empresa de LTK, “lo que vulnera gravísimamente un derecho fundamental de cualquier trabajador. Nos dejan sin trabajo y sin derechos”.

Los empleados afirman que van a seguir con las movilizaciones, aunque reconocen que con los problemas de movilidad están teniendo dificultades.

Carlos Paradas, como representante municipal, ha mostrado su apoyo y ha aseverado que “no tiene sentido la aplicación de un ERE”.