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Cádiz

"Cuando llegamos la situación era irreversible"

  • Ignacio Pérez, jefe de Operaciones de los Bomberos de Cádiz, recuerda la tarde del martes, cuando su brigada acudió a la llamada de socorro del Vaporcito, que se hundía en el muelle. Diario de Cádiz ha reunido a todo el equipo

Eran exactamente las 18:24 horas cuando recibieron el aviso. Habitualmente no suelen recibir llamadas para achiques de barcos y hacía bastante tiempo que no se daba un caso de este tipo. "En primer lugar recibimos la emergencia con la llamada del 112, que acudieron al lugar avisados probablemente por los propios pasajeros. Por ello apareció allí la policía, nosotros y demás personal del servicio de emergencias. Al llegar vimos que era bastante difícil actuar, aun así pusimos todos nuestros medios, pero había mucha agua", comenta Ignacio Pérez, Jefe de Operaciones de zona Bahía de Cádiz del Consorcio de Bomberos. "Muchos de los que estaban allí sabían que iba a ser difícil, la vía de agua era muy grande y no pudieron hacer nada. Si hubiese sido una vía más pequeña y nos hubieran avisado con más tiempo posiblemente hubiéramos podido hacer más", añade.

El Cuerpo de Bomberos forma parte del plan de protección de la autoridad portuaria de la Bahía de Cádiz. Por lo tanto, están integrados en su protocolo de actuación, y se encargan de facilitar sus medios de forma provisional mientras el armador o la autoridad portuaria busca otros medios más definitivos. Ya habían atendido a algún que otro pesquero con anterioridad, no sólo para achiques, sino también la extinción de fuegos a bordo. Según Ignacio Pérez, un incendio en un barco "es algo muy complicado de tratar, ya que hay que echar agua para apagarlo y luego llevar a cabo el procedimiento de achique para sacar esa misma agua".

Mario González, uno de los diez integrantes de la tercera brigada de bomberos que se encargó del salvamento del Vaporcito, cuenta que cuando llegaron "el barco estaba ya atracado en el puerto, la nave se encontraba casi a ras, no había flotación. Una vez que el agua llega a la línea de flotación el barco se hunde. Empezamos a actuar con las instalaciones de achique, pero no conseguíamos sacar tanta agua como la que entraba. Estuvimos en el interior del barco, el agua llegaba por encima de las rodillas en la cubierta, y la sala de máquinas estaba totalmente inundada".

El grupo relata que desde que recibieron el aviso ya sabían que se trataba de algo importante, por la trascendencia e importancia del barco para la ciudad. "Cuando ves que no está en tus manos solucionar el problema sientes mucha impotencia. Pusimos las máquinas de achique y la turbo-bomba, pero cada vez entraba más y más agua. Una vez que vimos que se nos iba la proa hacia delante y quedaba fuera dimos el barco por perdido. Las máquinas que estábamos utilizando se quedaron agarradas al barco, tuvimos que sacarlas y las maniobras fueron un poco caóticas", explica Bienvenido Muñoz, otro de los bomberos implicados.

Estos diez hombres hicieron todo lo que estuvo en sus manos por salvar el Vaporcito de su hundimiento pero, lamentablemente, no hubo manera de mantenerlo a flote .

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