Cádiz viene a ser como los topolinos: blanco como la nata y negro como el chocolate, todo en lo alto de un mismo cucurucho. En estos tiempos del Covid hay quien está dispuesto a esperar en una larga cola lo que haga falta con tal de hacerse con un helado gratis. Y quien considera una barbaridad una aglomeración de este tipo, con la situación que se está viviendo en los hospitales, y lo denuncia inmediatamente.

Eso es más o menos lo que pasó ayer por la tarde en la Calle Ancha, donde unas trescientas personas, –todas con mascarilla, por supuesto, y con distancias interpersonales irregulares, sí, pero no estrechas– se enfilaron a la espera de uno de los topolinos que desde hace unos años reparte gratis el Salón Heladería Los Italianos justo el día antes del inicio de su temporada. Una tradición con la que su fundador, Gianni Campo, fallecido en agosto de 2020, comenzó celebrando en 1990 el 50 aniversario del negocio y que repitió en el 75 y el 80 cumpleaños del establecimiento. Y es que la apertura de Los Italianos es uno de los ritos con los que se abre paso la primavera en una ciudad en la que no huele a azahar -ni falta que le hace- porque le llega del mar y con el aroma dulce a crema bien fría de este establecimiento.

El caso es que su hijo Joaquín Campo, tenía este año especial ilusión por continuar con la topolinada, sobre todo como homenaje a su padre, y de manera prudente hizo sus consultas. Desde Horeca le confirmaron que si bien tenía que estar cerrado a las seis de la tarde, podía hacer el reparto acogiéndose a la autorización para establecimientos de take away, de recoger para llevar.

Como siempre, Joaquín atendió antes que a nadie a los mayores residentes en la Casa Fragela, a donde también se llevaron helados para quienes no pudieron desplazarse hasta la Calle Ancha. Pero cuando echó la baraja a las seis de la tarde para empezar a repartir desde la puerta los 1.000 topolinos que tenía preparados, ya había quien llevaba más de una hora en la cola esperando. Y quien ya había alertado a la Policía Local de la enorme fila que se había formado desde la heladería, en la esquina de San José, hasta el portal del Ateneo. Así que no tardaron en personarse un par de patrullas de la Policía Local, a las que se sumó luego una dotación de Protección Civil.

Al principio hubo cierta indecisión entre los agentes. Pero al cabo de unos quince minutos propusieron a Joaquín que cerrase. Y a partir de ahí se sucedieron las quejas a los policías: las de unos porque llevaban allí mucho tiempo esperando y consideraban que les debían de haber avisado antes. Y las de otros, como una señora que dijo ser esposa de un médico, porque le parecía increíble que se pudiese permitir aquello con el dramático día a día que se está viviendo en unos hospitales colapsados por los casos de Covid. “Puedo entender que haya colas por un carro de comida, pero por un helado...”, comentaba, por su parte, un voluntario de Protección Civil.

“Me da mucho apuro que haya sucedido esto”, confesaba ayer Joaquín. Anoche colgaba un comunicado en Facebook: “Desde Salón Heladería Los Italianos, queremos pediros a todos disculpas desde lo más hondo de nuestro corazón. Hoy a las 18:00, tuvo lugar como todos los años nuestra topolinada, en la que agradecemos a nuestros amigos y clientes, su entrega y fidelidad durante todos estos años. Estipulamos que este evento se produjese a partir de las 18:00, debido a que el reglamento permite la recogida de productos en cualquier lugar durante toda la tarde y noche”.

“Pero debido a la alta aglomeración de gente que se reunió en torno a este evento y a la actuación de la Policía Local, a la cual agradecemos su intervención, ya que entendemos que tenemos que velar, todos por la seguridad de la ciudadanía en estos tiempos de pandemia, tuvimos que dar por terminado la topolinada nada más comenzar”.

“Por lo que ante todo queremos pedir disculpas una vez más a todos y cada una de las personas que acudieron a este evento, que cada año preparamos con tanto esmero y que lo hacemos por amor y entrega a este oficio. Para terminar, dar las gracias a todas las personas que acudieron una vez más, como cada año y a las autoridades por su compresión y cercanía”.