"Hemos desistido de vivir en Cádiz. Los pisos de alquiler están pensados para los turistas"
Una pareja de jóvenes se marcha a vivir a Jerez tras resistir unos años en una casa en condiciones ínfimas
"Buscar un alojamiento en Cádiz es una odisea"
La vivienda en Cádiz: "Hay que ser atrevidos y perder el complejo por los edificios en altura y los rellenos para poder seguir construyendo"
Desde hace unos días, la pareja protagonista de esta historia, que prefiere no mencionar sus nombres, vive en Jerez de la Frontera. Aunque son de Cádiz y lo que quieren es vivir en su ciudad, han tenido que desistir. A ellos también les ha tocado lidiar, sin éxito, con un mercado inmobiliario de alquiler en la capital gaditana que no está pensado en los jóvenes (ellos están llegando a la treintena), con precios desorbitados si se busca una casa en condiciones. Y si se tiene un presupuesto justo, lo que se ofertan son minicasas, muchas en un estado lamentable.
Cuando decidieron vivir juntos, hace algo más de tres años, él no tenía trabajo, por lo que debían vivir y buscar casa con el sueldo de ella. "Buscar un alojamiento en condiciones fue una odisea. El 90% de las casas que están en los portales inmobiliarios en Cádiz están destinados a alquileres para estudiantes o vacacionales. La búsqueda se hace así doblemente pesada", y con resultados a veces inesperados.
Por fin encontraron un piso. Un bajo interior en el casco antiguo. Por las fotos en el portal inmobiliario asumían que la casa grande no era, pues se quedaba en 30 metros cuadrados de superficie, un minipiso. "Se veían muebles de Ikea y tenía buena pinta". El precio, aunque alto para un solo sueldo, era asumible con 550 euros al mes, con un contrato limitado inicialmente a un año para, después, poder ampliarlo a 3 años más.
El problema es cuando entraron en la casa y descubrieron que las fotos no reflejaban toda la realidad. Por lo pronto, la propiedad, aprovechando la altura de los techos, había creado una pequeña habitación sobre el "salón". Salón que compartía espacio como una mínima cocina. El conjunto lo completaba un aseo "más pequeño imposible".
Descubrieron primero que la canalización eléctrica estaba en mal estado "por lo que para poder acceder a internet tuvimos que poner una nueva, pagada por nosotros". Pero lo peor llegó de la cocina a modo de un olor intenso que salía de un pequeño mueble inferior. Cuando lo abrieron localizaron un boquete "que daba a una cañería, y donde habían anidado muchas cucarachas". Tuvieron que asumir ellos también las medidas sanitarias para atacar a esta plaga, ante el silencio de la propiedad.
Y todo ello, unido a la humedad propia de muchas casas de la ciudad, más siendo un bajo en el casco antiguo.
Al termino del año de contrato, se subió el alquiler a 560 euros. Después pasó a 570 y el último capítulo fue el intento de subir a los 585 euros.
Ahí es donde la pareja, ya los dos con empleos y con ingresos que podían asumir una mejora en sus condiciones de vida, se plantaron ante la propiedad. 580 euros por un piso en malas condiciones, interior y de apenas 30 metros cuadrados era para ellos ya inaceptable.
Buscaron así alternativas en la misma Cádiz "porque a nosotros no encanta vivir en nuestra ciudad, nos gusta el ambiente y pasear por ella". Encontraron alquileres por 800 euros. "Ya no eran casas de 30 metros, pero apenas pasaban de los 50 o 60 metros cuadrados, con una única habitación". Una mínima mejora de habitalidad a costa de comerse buena parte de sus recursos mensuales. No les merecía la pena.
Así que al final tuvieron que asumir que para encontrar una casa en condiciones debían buscar más allá de Cortadura. Por eso ya viven en Jerez de la Frontera. "Es cierto que pagamos 700 euros, pero lo hacemos por una casa de 100 metros cuadrados, con tres habitaciones, en buenas condiciones y en una buena zona de la ciudad", comenta el joven.
La pareja tiene claro que hoy, la ciudad de Cádiz, en cuanto al alquiler de piso (porque ni se atreven a hablar de compra) está vetada para las parejas más jóvenes. "Nosotros, ahora, tenemos dos empleos, pero hay casos de parejas donde solo se ingresa uno", y con nóminas normalmente muy bajas.
"Cádiz, y sus vecinos más jóvenes, están atados a precios de alquileres de viviendas que están pensados sobre todo para el sector turístico. Al final lo que se encuentra en su mayoría es un robo, por el precio que se pide y por las condiciones que se encuentran. Y por ello, al final, te tienes que ir, sí o sí. A nosotros nos encantaría vivir en Cádiz, pero al final hemos tenido que desistir", se lamentan los dos. Aunque ven su casa en Jerez y al menos tienen un sitio donde vivir más que decente.
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