El hartazgo de las trabajadoras de Ayuda a Domicilio de Cádiz explota en el Pleno
Los incumplimientos de la empresa Óbolo llevan al límite a las empleadas que acuden "a por todas" a una sesión plenaria donde el equipo de Gobierno popular aprueba en solitario el rechazo a la petición de la empresa de dejar el servicio que asumió hace un mes
El Ayuntamiento de Cádiz rechazará la petición de Óbolo de resolución de contrato de Ayuda a Domicilio
Momentos de tensión, de angustia y de mucha rabia son los que se han vivido en el Pleno municipal del Ayuntamiento de Cádiz de este mes de septiembre profundamente marcado por el hartazgo y la desconfianza de las y los trabajadores del servicio de Ayuda a Domicilio de la ciudad que han acudido a la sesión plenaria "a por todas" ante los incumplimientos de la empresa que ganó el contrato hace poco más de un mes.
"¡No queremos a Óbolo!", "¡Municipalización ya!" se han desgañitado estas mujeres trufando sus reclamaciones laborales con vivencias personales al límite gritadas a viva voz durante las intervenciones de los diferentes grupos municipales en los dos puntos, dos diferentes, del orden del día esta sesión ordinaria. La cristalización de su desesperación ha sido tal que el alcalde de Cádiz -el blanco central de sus críticas- ha decidido abandonar su puesto de presidente de la sala para intentar calmar los ánimos que se han caldeado hasta el punto que una de las trabajadoras, una mujer de 32 años que sufrió hace unos días un amago de infarto, ha tenido que ser atendida fuera del salón de Plenos por un estado ansioso que la ha llevado al desvanecimiento.
Porque no, porque estas mujeres y hombres no se fían de la solución ofrecida por Bruno García -que la empresa se quede con el servicio y cumpla con lo acordado- ni, sobre todo, de la compañía adjudicataria que el 1 de agosto firmó el contrato y que ya, en su primera nómina, se desentendió de algunos de los acuerdos pactados en Sercla -un suplemento mensual de 200 euros, entre ellos- y que "por un error informático" ha pagado nóminas con 15 o 50 centímos ("¿Y cómo yo mientras, alcalde? ¿Mientras lo arregla, cómo comemos?). Una empresa que hace unos días comunicó al Ayuntamiento su renuncia a este servicio por la imposibilidad de cumplir con los sueldos de los trabajadores, pero que este mismo martes, tras una reunión con el alcalde y la representación sindical, aceptó quedarse y asumir el acuerdo alcanzado.
"¿Cómo comemos?", "¿cómo pagamos las hipotecas?", "¿cómo ponemos los Reyes?"... Y es que, a juicio de las trabajadoras y de su representación sindical, esta situación "va a continuar" y "si pagan un mes, dejarán de pagar a los dos meses". "Son 21 denuncias las que tiene esta empresa en toda España", les iban espetando una a una, y a la vez, las empleadas que se ocupan de atender a los mayores de nuestra ciudad, a los que no han querido "dejar tirados" durante todo este proceso, pero...
Pero "¡Si esto no se arregla, huelga, huelga, huelga!", avisa el medio centenar de trabajadoras, apoyadas por algunos de los propios usuarios, que han acudido también a una sesión plenaria paralizada por momentos (largos momentos) sin llegar a la suspensión que pedían los representantes de la oposición, a falta de debatir dos puntos de urgencia, ante el complicado clima que ha llevado a la policia a tomar posiciones de alerta, sobre todo, cuando dos trabajadoras se han acercado hasta el arco plenario para lanzar sus batas de trabajo al suelo. Con todo, fuerzas de seguridad -que han atendido a la joven más afectada-, servidores públicos y las propias reclamantes han colaborado para que la situación no llegara a desbordarse.
"Estamos atados por un proceso legal y también queremos que la empresa cumpla con vosotras"
El primer edil, por su parte, ha intentado explicar la defensa del punto de urgencia promovido por su grupo municipal -el rechazo a la renuncia de Óbolo- tanto desde su atril como en el improvisado de tú a tú con las trabajadoras. "Estamos atados por un proceso legal, el mismo proceso legal de los que estaban antes y de los que vendrán después", ha hecho referencia al concurso público por el que Óbolo ha ganado este contrato al presentar la oferta económica más ventajosa para un pliego -que de 3,9 ha pasado a 9,3 millones de euros- que obligaba a subir "el precio de las horas de las trabajadoras de 15,61 a 20,5 euros", entre otras mejoras para la plantilla.
"Estamos atados por un proceso legal y también queremos que la empresa cumpla con vosotras, lo que estamos haciendo es estar en la solución y que cumplan con vosotras, que no se vayan y que cumplan, lo que estamos haciendo es para vosotras, no contra vosotras", ha insistido el alcalde ante la negativa cerrada de trabajadoras, que a duras penas lo dejaban expresarse, y que sólo ven la municipalización como solución, una vía que Bruno García, al menos hasta ahora, parece no querer explorar. "Que les van a pagar, se lo aseguro, les van a pagar a ustedes, la empresa se ha comprometido con nosotros...", repetía apoyado por su primer teniente de alcalde, José Manuel Cossi.
La oposición en bloque pide la municipalización
Municipalización piden las trabajadoras y municipalización pide la oposición ante las críticas del alcalde que les recuerda que ya tuvieron ocho años para hacerlo -"¡oootraa vez!", "¡que se dejen ustedes de hablar del pasado, que queremos cobrar!", se han sucedido los cortes de las trabajadoras a cada ataque del alcalde a PSOE y AIG"-. Municipalización han pedido los de David de la Cruz como punto del orden del día que, efectivamente, no ha salido adelante por los votos en contra de los populares.
"Si usted propone la municipalización, aquí tiene los votos del PSOE, como ya los tuvieron los anteriores cuando municipalizaron el servicio de Playa", ofrecía el socialista Óscar Torres ante el aplauso de la plantilla presente. "Ustedes montaron la que montaron con esa municipalización y todavía no ha salido ardiendo ninguna playa", apostillaba Carlos Paradas a los populares defendiendo que desde el Ayuntamiento sí se puede actuar "paguen ustedes las nóminas y trabajen en la solución o, mejor, en el proceso de municipalización", aduce basándose en el articulo 263 de la Ley de Contratos del Sector Público que posibilita el secuestro o la intervención de una concesión en casos en los que el concesionario no pueda hacer frente, temporalmente y con grave daño social, al incurrir en un incumplimiento grave de sus obligaciones que pudieran poner en peligro el servicio.
Con todo, su compañero David de la Cruz, asume la inacción de su partido en la municipalización de la Ayuda a Domicilio durante el anterior gobierno y se ha apresurado a pedir "perdón" a las trabajadoras presentes por no haber asumido ese reto.
Ahora a ellas, a las trabajadoras, sólo les queda esperar. Esperar con el fondo solidario que han creado entre ellas para superar el mes de agosto y este duro septiembre. Esperar a la nómina de este mes de septiembre, esperar a que se cumplan los compromisos, a que estén integrados sus atrasos de agosto. A esperar que la empresa, "y el alcalde", cumplan. "Y si esto no se arregla... ¡guerra, guerra, guerra!". "Vamos a por todas", repiten.
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