La Habana es Cádiz...

Historias de Cádiz

La artista Lola Flores, en el Teatro Andalucía, fue la primera en señalar la semejanza entre ambas ciudades

Estreno en Cádiz de la película 'Pena, penita, pena'

Manolo Caracol y Lola Flores en una de sus actuaciones artísticas. / Archivo

Desde hace algunos años es habitual establecer semejanzas entre las ciudades de Cádiz y La Habana. El fotógrafo gaditano Joaquín Hernández Kiki ha publicado numerosas fotografías reflejando este parecido y hasta se han rodado películas en nuestro Campo del Sur simulando ser el Malecón cubano.

En 1984, el periodista sevillano Antonio Burgos y el cantante granadino Carlos Cano compusieron las famosas Habaneras de Cádiz en las que se decía: “Y verán que no exagero/

si al cantar la habanera repito/

La Habana es Cádiz con más negritos/

Cádiz es La Habana con más salero”.

Una copla que de inmediato se hizo popular y que es cantada todavía con frecuencia.

Sin embargo, la primera persona en establecer esa semejanza y en señalar que la capital cubana era “Cádiz con más negritos” fue la popular artista Lola Flores en el Teatro Andalucía de Cádiz a su regreso de una triunfal gira por Cuba e Hispanoamérica.

Lola Flores fue un fenómeno sociológico en la España de la segunda mitad del siglo XX, que arrastraba miles de seguidores. Sus actuaciones eran éxitos absolutos y sus seguidores hacían cola en las puertas de los teatros para poder verla de cerca. Una singular artista que sin tener excepcionales condiciones entusiasmaba a la inmensa mayoría. De ella se llegó a decir, “no canta, no baila, pero no se la pierdan”.

Esta genial artista había nacido en Jerez de la Frontera en 1943 y empezó a triunfar cuando era una niña. Después de la Guerra actuó en Cádiz formando parte del espectáculo ‘Cabalgata’, en el Gran Teatro Falla, con canciones de Quintero León y Quiroga, y en el que destacaba con la interpretación de la después famosa canción ‘El Lerele’.

Pero la fama de Lola Flores llegaría un poco más tarde con el espectáculo denominado ‘Zambra’, del que era artista principal junto al ya consagrado Manolo Caracol. Durante numerosos años este espectáculo, así denominado, recorrió todos los rincones de España, actuando siempre en Cádiz bien en el Falla, bien en el Teatro Andalucía. De esa época es la famosa canción ‘La niña de fuego’, también de Quintero, León y Quiroga.

Anuncio de Zambra en Diario de Cádiz. / Archivo

Caracol y Lola formaron también pareja en lo personal, lo que añadía un morbo especial a sus actuaciones, ya que él era un hombre mayor y casado. En la España conservadora de la segunda mitad del siglo XX, resultaba extraño comprobar como esa relación extramatrimonial era aceptada por todos.

En Cádiz, la pareja Lola Flores y Manolo Caracol vivieron algunas anécdotas curiosas. En una de estas visitas manifestaron su deseo de conocer y escuchar cantar a Gabriel Díaz Macandé, famoso en el mundillo flamenco por sus pregones de la mercancía que vendía por las calles y que estaba ingresado en el manicomio de Capuchinos.

La influencia de la pareja artística y la buena conducta de Macandé en el centro psiquiátrico permitió esa visita que ha sido ya relatada en diversas ocasiones.

La segunda anécdota fue más violenta. En la puerta del Hotel Francia y París, en la plaza de San Francisco, Lola Flores y Manolo Caracol mantuvieron una larga y violenta discusión con motivo de los celos que cualquier gesto de la jerezana despertaba en el cantaor. La bronca fue subiendo de tono hasta que un empujón del cantante hizo que Lola golpeara violentamente la puerta de cristal del hotel, que quedó destrozada ente la atónita mirada de cientos de admiradores que allí se encontraban.

En 1951 terminó la relación personal y artística de Lola Flores y Caracol, firmando la jerezana una exclusiva con el productor Cesáreo González para rodar varias películas y hacer una gira por Hispanoamérica, donde empezaron a denominarla La Faraona.

Una de esas películas fue ‘Pena, penita, pena’ rodada en Méjico en 1953 con el actor Luis Aguilar. A su regreso de América, Lola Flores quiso que el estreno de la película en España se llevara a cabo en Cádiz, en el Teatro Andalucía, lo que tuvo lugar el 28 de noviembre de ese año. Antes de llegar a Cádiz Lola Flores se detuvo en Jerez para entrar descalza en la iglesia de la Merced, rezar ante la Virgen y depositar a sus pies varios ramos de flores.

La artista llegó a Cádiz a las cinco de la tarde, alojándose en el Hotel Atlántico, cuyos alrededores estaban repletos de admiradores y curiosos. Hubo hasta su poco de guasa, ya que los allí concentrados rodeaban cada vehículo que por allí pasaba, entonces muy escasos. Por fin llegó Lola Flores en un espléndido y espectacular automóvil conducido por el productor Cesáreo González.

La película fue proyectada en el Teatro Andalucía, completamente lleno, y con la presencia de los directivos de la compañía productora, Suevia Films, y el director Florian Rey.

Terminada la proyección, Lola Flores fue obligada a subir al escenario y responder a las preguntas de la prensa y el público. Habló largamente de América y de la sensación que le habían causado los diferentes lugares que había visitado. Fue entonces cuando exclamó: “La Habana es igual que Cádiz pero lleno de negritos y con más calor, y Buenos Aires es igual que San Sebastián”.

Diario de Cádiz, al recoger la crónica del estreno de esta película, resaltó el ingenio y acierto de Lola Flores al comparar Cádiz con la ciudad cubana.

Lola Flores continuó con la copla actuando en Cádiz en repetidas ocasiones. Al final de su vida artística supo adaptarse a las nuevas tendencias y llegó a actuar en varias películas de estilo muy alejado al de su primera época, pero siempre con el aplauso de todos.

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