Otro fin de semana repleto de actos cofrades

Si el pasado fin de semana la agenda de los cofrades estuvo bien repleta de actos, destacando muy especialmente la coronación canónica de Dolores de Servitas y su posterior salida procesional, la actualidad del mundo de las hermandades ha seguido su guión en los dos últimos días.

Sábado y domingo volvieron a estar cargados de cultos y actos organizados por las cofradías de la ciudad, destacando especialmente en esta ocasión las procesiones de la Virgen de la Merced en la tarde de ayer y del Rocío el sábado.

A las seis y media partía de la Merced el cortejo que precedía a la que es conocida como Copatrona de la ciudad, en el que participaron las cofradías de la parroquia (a excepción de la Sagrada Cena), además de Ecce-Homo. Los momentos de la salida por el barrio de Santa María contaron con el acompañamiento de muchos vecinos, que aplaudieron al paso de la Virgen en la bajada de Merced así como en la plaza de las Canastas, donde la banda de San José Artesano (de San Fernando) interpretó una marcha no muy conocida, Mi Amargura, de Víctor Ferrer.

El público se echó a la calle también en la tarde-noche del sábado para ver la procesión de la Virgen del Rocío, en esta ocasión conocida como la Patrona de extramuros. La feligresía de San José ha rejuvenecido su espíritu cofradiero y es algo palpable en cada procesión y acto que se hace en el barrio. El cortejo estuvo formado por miembros de la hermandad en su mayoría, que también portaban este año el paso, al formar una nueva cuadrilla de hermanos. El desfile procesional se caracterizó por tener altibajos de público en distintos puntos del recorrido. La recogida se produjo alrededor de las once y diez de la noche, con vecinos del barrio agolpados en la puerta de la iglesia para despedir otro año más al Rocío con una intensa petalada.

Completó la agenda del fin de semana la salida de la Virgen de los Dolores de Descendimiento, que presidió un rosario en la noche del sábado por las calles de San Lorenzo, así como diversos cultos como el de Buena Muerte a su restaurada Virgen del Mayor Dolor.