Suceso histórico

La explosión de 1947 en Cádiz: Cómo eran y por qué estallaron las bombas que causaron aquella tragedia

El estado en el que quedaron algunos edificios en la capital gaditana

El estado en el que quedaron algunos edificios en la capital gaditana / D.C.

La explosión de Cádiz de 1947 cumple este 18 de agosto 75 años. Una serie de bombas almacenadas de forma precaria en la Base de Defensas Submarinas, que se situaba en el barrio de San Severiano, estallaron, acabando con la vida de más de 150 personas e hiriendo a más de 5.000.

Este almacén de la Armada con carga tan peligrosa estaba ubicado en Cádiz para abastecer al sur de la península de bombas y minas en caso de ataque del frente aliado durante la II Guerra Mundial. No hay que olvidar que España en 1947 estaba gobernada por Francisco Franco y que durante la contienda mundial fue aliado de Hitler y Mussolini. Pese a que en 1947 el conflicto había acabado hace tiempo, las bombas no fueron desalojadas de su escondite en Cádiz y todo acabó en catástrofe. Por supuesto, la dictadura nunca dio explicaciones.

Los artefactos explosivos mal almacenados convivieron con los gaditanos, pese al peligro que ello suponía, hasta esa fatídica hora y ese desgraciado día: las diez de la noche del 18 de agosto de 1947. Este accidente por la detonación de más de 1.600 cargas devastó la ciudad y dejó más de 2.000 edificios dañados. A día de hoy, sigue sin conocerse la causa real, por eso son muchas las voces que aseguran que el Estado tiene una deuda moral con Cádiz.

¿Cómo eran las bombas y minas que explotaron en Cádiz en 1947?

Un texto de Miguel Ángel López Moreno, licenciado en Ciencias Químicas e Ingeniero Técnico de Artesanales, trató en 2010 de acercarse a la naturaleza de la peligrosa carga resguardada en unos talleres poco apropiados. Moreno se vale a su vez con asiduidad en el documento de las indagaciones de José Antonio Aparicio, uno de los principales historiadores de este suceso.

De esta forma, López Moreno cita el dato del libro de Aparicio donde se detalla el contenido que había en el epicentro de la explosión en los depósitos de la Armada. En total, 596 cargas de distintos modelos: 378 unidades del modelo Torpedini, seis Vickers, 120 rusas B1-M1, 25 WBA, 17 WBE y 50 WBD. 

El investigador hace especial hincapié en las WBD alemanas, que contenían cada una hasta 125 kilos de algodón pólvora, material que dejó de usarse en municiones después de la I Guerra Mundial. Más que nada porque era altamente explosivo, inseguro e inestable. De ahí que hasta se descartara su uso para hacer la guerra. 

Una de las características primordiales, escribe Moreno, de este algodón pólvora es que no se seque para que no se convierta en peligroso. Tiene unas condiciones de uso específicas que venían indicadas en los manuales. Concretamente, estar en sitio húmedo, a 12-15 grados y usar cuanto antes desde su fabricación. López Moreno comenta que no se sabe por qué a Cádiz llegaron explosivos WBD con algodón pólvora, que ya no se usaban por entonces, y por qué no se siguieron los manuales de mantenimiento establecidos para ese artefacto.

Por lo que, según los cálculos de este especialista en arsenales, aquel día se almacenaban unos 6.250 kilos de algodón pólvora en un espacio que no reunía las condiciones para mantener la carga húmeda y a 12 ó 15 grados en pleno mes de agosto, donde las temperaturas superan los 30 grados. Al no cumplirse dichas condiciones, el material inició su proceso de descomposición hasta que explosionó.

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