Moncloa anunció el viernes por la noche que el presidente del Gobierno inauguraría el segundo puente de Cádiz el jueves 24 de septiembre. Desde ese momento los alcaldes de Cádiz y Puerto Real han protestado airadamente por haberse enterado por la prensa de un acto que debía estar marcado en rojo sangre desde hacía semanas en sus agendas y al que fueron ayer invitados de forma atropellada y por teléfono. Fuentes del Ministerio de Fomento explicaron ayer a este diario que fue Presidencia quien fijó a última hora del viernes la inauguración y que se decidió dejar pasar el fin de semana para comenzar a cursar las invitaciones a las autoridades, algo que consideran que está "dentro de la más absoluta normalidad y en plazo suficiente".

Además de José María González y Antonio Romero, los alcaldes de las dos localidades que une el puente, también fue invitada ayer Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, así como muchas otras autoridades.

El alcalde de Cádiz lamentó que la inauguración de esta insfraestructura se hubiera comenzado a organizar sin ofrecer ninguna información a los alcaldes y Ayuntamientos de los dos municipios entre los que discurre el segundo puente sobre la bahía. González se quejaba de que "esta invitación se haya producido después de que se filtrara a la prensa que la inauguración se produciría este jueves".

"El PP está haciendo ya precampaña. Me parece una falta de respeto hacia la ciudadanía de Cádiz y un ejemplo claro de precampaña electoral por parte del PP contra los Ayuntamientos del Cambio, contra Podemos en este caso".

También dijo que "me habría gustado que se hubiesen cumplido las jornadas de puertas abiertas para que los ciudadanos pudiesen andar por el nuevo puente pero esto no va a ser posible. Y también me habría gustado inaugurar este puente con los trabajadores del mismo, que han estado meses y meses construyéndolo de una forma precaria".

González insistió en que el planteamiento urbanístico "no ha estado a la altura. Esto va a provocar unos graves problemas de comunicación y de tráfico que este Gobierno va a tratar de solucionar, pero habría estado bien que de ello se hubiera encargado el anterior equipo de Gobierno".

Poco después de realizar estas manifestaciones, el primer edil de la capital gaditana mostró su "satisfacción porque desde el Gobierno central se haya recapacitado y se haya vuelto a la cordura institucional", refiriéndose a la invitación que le fue cursada ayer y confirmó su presencia en este acto de inauguración del Puente de la Constitución de 1812 ya que "es una obra importante en la ciudad y representamos a todo el pueblo de Cádiz".

Por su parte Antonio Moreno, alcalde de Puerto Real, manifestó su sorpresa ante la noticia de la inauguración, de la que tuvo conocimiento por los medios de comunicación.

En la mañana de ayer el Ayuntamiento recibió comunicación oficiosa por parte del Ministerio de Fomento de la celebración de este acto, aunque aún se desconoce en qué consistirá de manera concreta. Independientemente de esta llamada, el equipo de gobierno de Puerto Real mostró su molestia, por cuanto "ni siquiera sabemos si la ciudadanía, que tiene que ser la verdadera protagonista del evento, va a poder participar en esta inauguración".

Antonio Romero admitió que "teníamos pensado que la inauguración de este puente fuera otra cosa más allá de las fotos de los políticos. Queríamos que consistiera en algo similar a lo que fue la del puente Carranza, una cita en la que se reflejara el encuentro entre los gaditanos y los puertorrealeños y que la gente pudiera disfrutarla. De este modo el icono de la Bahía no sería la gran obra faraónica, sino el espacio de unión que significa un puente". Romero considera que "la verdadera protagonista del evento debe ser la ciudadanía y no los políticos, a tres días de unas elecciones en Cataluña".

No obstante, para el Ayuntamiento sí constituye una buena ocasión el hecho de que Rajoy visite la Bahía: "Excelente oportunidad para que conozca el Río San Pedro y compruebe in situ la afectación de la zona por el puente y la necesidad de que se compense a Puerto Real. En primer lugar soterrando los cables de alta tensión, cambiando de sitio la parte de la depuradora que ha quedado justo bajo el tablero y tomando las precauciones acústicas pertinentes para que no se aumente el perjuicio a los vecinos"