Cádiz

"Lo duro es decir adónde vas"

  • Los miembros de la Asociación Albergue Hogar Despertares relatan su experiencia de dormir una noche en la calle junto a personas sin hogar

Miedo, inseguridad, tristeza y una experiencia que hay que vivir en primera persona. Cuatro miembros de las Asociación Albergue Hogar Despertares durmieron la noche del pasado martes en la plaza de las Tortugas junto a las personas sin hogar que habitualmente se refugian en esta zona. Una iniciativa que les ha servido para humanizar mucho más la necesidad de un techo que tienen decenas de personas en la ciudad.

Pocas horas después de despedirse de sus acompañantes de manta y cartón, la presidenta del colectivo, Nuria Riego; el tesorero, Carlos Sánchez Grimaldi; y el voluntario Adrián Escobar relatan unas vivencias que, sin duda, les han marcado para proseguir con su actividad de atención a los indigentes.

Tras sufrir lo que es vivir en la calle, Nuria Riego explica que esto "me ha servido como experiencia para yo poder hablar en primera persona de cómo es la realidad de ellos. Te das cuenta del porqué, habiendo tantas entidades, hay tantas personas en la calle. Es muy duro".

A esto, aporta Carlos Sánchez que "lo que es duro es levantarte y decir adónde vas. Al fin y al cabo, nos hemos levantado y hemos vuelto a nuestro hogar, nos hemos duchado y hemos descansado un poco, pero el que está en la calle adónde va. Pasan el día esperando a ir de comedor en comedor o sin poder asearse. Ha sido duro, pero yo sabía que al despertarme iba a tener mi vida normal".

De hecho, como apunta Carlos, el hecho de convivir una noche con los indigentes le lleva a comprender "por qué más de uno se tiene que tomar una copa de más. El ser humano tiene que ser feliz para poder sobrevivir y el alma de ellos tiene que tener una tristeza inmensa".

Por su parte, Adrián Escobar, el más joven, asegura que esta lección le sirve para "aumentar la tolerancia con ellos, comprender más la situación de las personas y por qué se llega a ese estado".

Una problema que, además del físico, también afecta en lo psicológico por el modo de vida que tienen que llevar. "Tienen que perder la noción del tiempo porque yo he estado desde la nueve de la noche hasta las siete de la mañana sin poder dormir y te duele todo. Tienen que perder esa noción por la realidad tan cruda que sufren".

Acostumbrados a las comodidades de un hogar, una de las lecciones es conocer cuáles son los problemas de no tener un techo. "Lo peor es la inseguridad, mucho más que el frío", contesta Nuria, a lo que añade Adrián que "uno de ellos duerme con un palo porque ya ha tenido problemas, sobre todo los sábados porque la gente sale, bebe y pierde la cabeza".

Por su parte, Carlos indica que una de las dificultades que sufrió fue "a la hora de hacer tus necesidades, que se pasa mal". Junto a esto, hace especial hincapié en "la tristeza que se siente". "Pensé cómo una persona de estas no se quita la vida. Son valientes en ese sentido", sentencia.

Uno de los aspectos con el que se quedan los miembros de Despertares es con la humanidad con la que fueron recibidos por los sintecho. De hecho, recalca Carlos que uno de los indigentes hasta les ofreció su colchón para dormir. "Ellos estaban superencantados, pero al principio se extrañaron. Cuando le dije a Carmen que me iba a acostar con ella en su colchón, le encantó", apunta Nuria. Una noche que les hará reforzar sus convicciones altruistas para seguir cada sábado atendiendo a los que más lo necesitan.

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