Era casi como un espejismo. Entre que la amplia eslora del megayate Azzam del jeque árabe, ubicado en el Muelle Ciudad, lo tapa todo y que la noche hace difícil la visión, había que fijar mucho la vista este martes desde la plaza de Sevilla para darse cuenta de que un crucero de grandes dimensiones volvía a la ciudad.

Pero en esta ocasión no ha llegado ni para traer turistas ni para llevárselos. Se trata del Carnival Fascination, un buque que entraba en Cádiz a finales del mes de agosto en una presunta “parada técnica”, según dijo la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC), en ese momento.

Al final, esta parada técnica se ha convertido en dos meses de incertidumbres sobre el destino final de este crucero, propiedad de la gigantesca corporación Carnival.

El buque de la Carnival, horas antes de poner rumbo a Corea

Nada más entrar, se dejó ver unas horas frente a la Estación Marítima y luego fue remolcado hasta uno de los cantiles sin uso de la factoría gaditana de Navantia a la espera de noticias.

Allí permaneció a la espera de que llegaran órdenes por parte de Carnival, sin saber si el final de su existencia había llegado y tenía que poner rumbo a un muelle turco para su desguace o si finalmente, la corporación de cruceros lograba vendérselo a alguna empresa.

Finalmente, al parecer, ha sido la segunda opción la que ha salido adelante, ya que este buque ponía rumbo este mismo miércoles hacia Corea del Sur, más concretamente al puerto de Busan. De hecho, el boletín de movimientos que aparece en la web del puerto de Cádiz indica este puerto como destino.

La parada de este martes en Cádiz no estaba programada. Y tanto es así, que la intención de los responsables del buque era repostar combustible mientras permanecía fondeado en la Bahía, donde permanece desde hace ya mucho tiempo, después de abandonar Navantia.

Pero finalmente la APBC, por seguridad, convenció a los tripulantes del Carnival Fascination de que la mejor opción era amarrar en Cádiz para llenar sus depósitos de fuel y así poder llegar sin problemas hasta el puerto coreano.

El Carnival Fascination, durante uno de sus paseos habituales, durante su particular confinamiento en Navantia

El destino final de este bonito crucero, que ahora ofrece una penosa imagen por el estado de abandono en el que ha sido sumido tras la parálisis internacional impuesta por el coronavirus, ha sido una incógnita hasta el último momento. Tanto es así que la propia Carnival Corporation emitió un comunicado en el que hacía alusión a la posibilidad del que su Fascination fuera al desguace.

Tampoco era de extrañar, dado que son muchos los cruceros que o están ya casi hacinados en el puerto turco de Aliaga. Entre ellos se encuentra el Carnival Imagination y el Carnival Fantasy, que se suma a otros dos de Pullmantur, el Monarch y Sovereign.