Los corruptos del siglo XVIII que se echaron a la mar desde Cádiz
El Archivo Provincial de Cádiz rescata los documentos falsificados que permitían embarcarse con rumbo a América a personas que no habían sido formadas como marineros en el colegio de San Telmo de Sevilla
Archivo Provincial de Cádiz: medio siglo de vida muy bien conservado
‘Un episodio de corrupción en la Carrera de Indias: el caso de los falsos santelmistas’ es el curioso título del último documento destacado del Archivo Provincial de Cádiz. Casi como una demostración de que la íntima conexión entre el dinero y la corrupción, el fraude, no es nueva, la entidad saca a la luz los documentos que, hábilmente falsificados, permitieron en el siglo XVIII el embarque en las naves que iban hacia América de personas que no habían pasado por el colegio sevillano de San Telmo, el centro en el que se formaba de manera teórica en las artes de la marinería y el pilotaje para nutrir las embarcaciones de la época con marineros bien formados y, por tanto, convenientemente preparados.
Como se explica en el documento destacado del Archivo gaditano, “la Carrera de Indias, ese complejo y vasto entramado mercantil, financiero, naval y político, no estuvo exenta, como otras grandes empresas humanas a lo largo de la historia, de fraudes y corruptelas, que fueron más complejos y de mayor incidencia en función del ámbito de poder de quien los cometiera. Presentamos en esta ocasión un caso, rescatado de los documentos de nuestro Archivo, en el que se suplanta la identidad de determinadas personas y se falsifican documentos oficiales para embarcar hacia América, a cambio de dinero, a individuos que no tenían la autorización requerida; polizones que se hacían pasar por alumnos del Colegio de San Telmo aunque nada tenían que ver con dicha institución”.
Firmado esta vez por la técnico del Archivo Provincial Avelina Benítez Barea, este jugoso documento destacado se puede consultar directamente en la exposición que estará abierta en el patio central de la sede del Archivo, en la Casa de las Cadenas de la calle Cristóbal Colón, hasta final del mes de agosto, en horario de lunes a viernes de 8.30 a 14.00 horas.
El documento, en esta ocasión, no pertenece a ninguna de las series que se encuentran en los fondos del Archivo, sino que proviene de la Casa de Contratación. Aunque el archivo de esta entidad se trasladó a Sevilla, algunos documentos quedaron en Cádiz. Fueron “piezas aisladas” que acabaron en el Archivo Provincial dentro del fondo documental de Hacienda.
El expediente judicial que ahora se rescata, original del Juzgado de Marina de Cádiz, consta de 95 folios. Su fecha de inicio es septiembre de 1784 y los últimos escritos son de mayo de 1785. Pese al cerca del centenar de folios de este expediente y también pese a los ocho meses transcurridos entre el primer escrito y el último que consta en el Archivo, se aclara desde la entidad que el documento está incompleto y que, por tanto, no es posible conocer la resolución final y las consecuencias jurídicas o penales del fraude detectado por las autoridades de la época.
En el expediente, el ministro principal de Cádiz Juan Antonio Enríquez manifiesta que “ha tenido noticia de que con el nombre de santelmista en las listas de bajeles de comercio que pasaban a las Indias, se embarcaban sujetos de otro nombre que jamás habían estudiado en el Real Colegio de San Telmo de Sevilla, con el fin de pasar a América a probar fortuna”. Su procedencia: “Huidos de sus mujeres y familias de Castilla, La Montaña y Vizcaya o desertados de los presidios...”. Y a cambio de la falsificación de los documentos pagaban una buena cantidad de reales al conseguidor del fraude, que lograba con su influencia infiltrarlos en las listas de embarque.
El documento, muy completo hasta donde permiten los fondos del Archivo gaditano, detalla el proceso judicial de tomas de testimonios de los implicados, además de incluir los escritos originales con la falsificación de múltiples datos. Si algún investigador hallara los folios que le faltan al documento, sabremos las consecuencias y el alcance total del fraude. Salvo que alguna interesada ‘trituradora’ de la época haya impedido su custodia con el paso de los siglos y haya salvado con ello la honra de aquellos defraudadores tratando de borrar para siempre su corrupto delito.
Certificados con cambios de edad y color de ojos
Recuerda el documento destacado que el procedimiento de la época era entregar a cada colegial de San Telmo que iba a embarcar hacia América desde Cádiz una certificación impresa, firmada por los diputados del Colegio sevillano, con su “nombre, patria, filiación, señas o el día de su ingreso en el centro”. Pero algunas de estas certificaciones eran retenidas por un apoderado asegurando que no habían llegado a tiempo. Estos escritos, posteriormente, eran usados por la trama corrupta para ser modificados con el objetivo de “embarcar a los fingidos santelmistas”. “La falsedad documental se demuestra -se explica desde el Archivo Provincial- al comprobar que en las certificaciones se han alterado las señas, como la edad o el color de los ojos, y las fechas”. Hasta donde se conoce por estos documentos, los implicados ingresaron en prisión para ser excarcelados al trasladarse los autos a la Real Audiencia de Contratación a Indias.
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