Consecuencias del coronavirus en Cádiz

Los alegres colores de la solidaridad

  • La profesora de la UCA Elena Cuasante confecciona mascarillas para sanitarios de Sevilla y Cádiz con telas africanas de comercio justo

Algunas de las mascarillas confeccionadas por Elena Cuasante con telas africanas.

Algunas de las mascarillas confeccionadas por Elena Cuasante con telas africanas.

El complicado panorama que la epidemia de coronavirus está dejando en España, con un futuro más que incierto en tantos sentidos, queda amortiguado en parte cada día por una catarata de gestos solidarios, de iniciativas personales o comunitarias que se conocen a través de los medios o de las redes sociales, que en medio de tanta destrucción también contribuyen a veces a construir, y que tratan de aportar un granito de arena para que la sociedad afronte con otro ánimo el estado de alarma y las medidas tomadas para frenar el crecimiento de la enfermedad. Algo así ocurre con Elena Cuasante, profesora de literatura africana de la Universidad de Cádiz (UCA), que se dedica a confeccionar en su casa mascarillas con telas africanas, compradas a través de una iniciativa de comercio justo, que ha repartido entre profesionales sanitarios de Sevilla y Cádiz. Mascarillas de colores alegres, solidarios, hechas con telas que fabrican mujeres de Costa de Marfil y que, en sus estampados, esconden más de un significativo dato sobre la cultura africana.

Fue evidentemente la asignatura que Elena Cuasante imparte desde hace 20 años la que influyó en su acercamiento a los tejidos africanos, llamados tejidos wax, unas telas con significado propio y muy relacionado, como explica la profesora, "con el universo femenino". Esos tejidos le servían de apoyo en sus clases de la facultad de Filosofía y Letras. Cuasante fue adquiriendo telas, algunas compradas en África y otras en mercados franceses, y hace un tiempo recibió una remesa procedente de Costa de Marfil. Su inquietud e interés por este mundo le llevó también a aprender a coser de la mano de Ana Belén Barla, en su taller de costura. Ambas realizaron el año pasado, en torno al 8 de marzo, una colección de vestidos muy coloristas, con las telas wax, cuyos beneficios se destinaron a una ONG.

Y ahora, en mitad del estado de alarma, en este parón de actividades que vive el país, a Elena Cuasante se le ocurrió que estas telas hechas por mujeres, estos tejidos tan simbólicos y significativos, comprados a través del comercio justo, podían convertirse en un contrapunto solidario en estos tiempos de crisis. Fueron unos familiares sanitarios de Elena, que trabajan en Sevilla, quienes le alertaron ya hace varias semanas de la escasez de mascarillas en el hospital, donde les entregaron una mascarilla para toda la semana.

Elena Cuasante comenzó entonces a confeccionar mascarillas con sus telas africanas y les envió una tanda de unas 20 mascarillas por mensajería. La reacción en aquel centro sanitario sevillano fue tan positiva que la profesora de la UCA fabricó una nueva remesa. Al poco tiempo, cuando su iniciativa se fue conociendo a través de algunas amigas, también le llegó el encargo de los sanitarios del hospital Puerta del Mar, a quienes Elena Cuasante hace llegar sus mascarillas de una forma un tanto peculiar: "Vivo muy cerca del hospital, así que las que voy haciendo se las entrego a través de la ventana de mi casa".

Cada día, esta profesora universitaria dedica dos horas por la tarde a fabricar mascarillas, entre 10 y 12 al día. A Sevilla ya ha enviado unas dos tandas de 40 mascarillas, cifra aproximada a la que ha entregado en Cádiz. Destaca Elena que las mascarillas son "una explosión de color y alegría, una historia de tejidos que acercan continentes".

Mucho antes de que estas telas sirvieran para fabricar estas mascarillas, Elenea Cuasante ya había presentado en la universidad un proyecto para llevar a cabo una exposición en torno a estos tejidos de África hechos por mujeres que, explica la docente, "viven de eso, sus ingresos provienen de la venta de telas, de este tejido wax que encierra una historia tan bonita. Se trata de un tejido que cubre el cuerpo de todos aquellos y aquellas que llegan a nuestras tierras, bien sea de manera temporal o permanente, y con el que los andaluces empezamos a familiarizarnos. Son textiles alegres, vistosos y llenos de color que además, y lo que es más importante, encierran un mensaje capaz de descifrar o descodificar la cultura africana. Las diferentes telas tienen, por así decirlo, un nombre propio resultante del diseño gráfico y estrechamente vinculado a la concepción del universo en el África negra. Resulta además interesante destacar que son las africanas y no las industrias textiles las encargadas de bautizar con un nombre a los diferentes tejidos, apoderándose así de un espacio de toma de palabra en ocasiones vetado por su condición de mujer".

"Estos días -reflexiona Elena Cuasante- dan para pensar mucho y la verdad es que me da fuerza pensar que realizo mascarillas solidarias que no solo acercan continentes, sino que unen a mujeres, con independencia de su color de piel, en una lucha muy visceral por salvar a los suyos , pues insisto en que la venta de estos tejidos, que vienen de Costa de Marfil, es la principal fuente de ingreso para las mujeres africanas"..

 

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