La integración puerto-ciudad

El casco antiguo duplicará las zonas verdes con el muelle

  • El desarrollo del plan de integración del puerto con la ciudad se alargará durante años 

  • El documento, casi listo, define los usos generales pero no entra en el detalle de cada parcela

Teófila Martínez dirigió ayer el análisis de la integración del muelle y la ciudad

Teófila Martínez dirigió ayer el análisis de la integración del muelle y la ciudad / Lourdes de Vicente

Todo iba tranquilo, demasiado tranquilo. Representantes de diversos países iberoamericanos nos habían explicado los procesos de transformación de sus puertos de referencia, de la integración de los espacios urbanos y portuarios. Incluso nos habían contado, para quienes no la supiesen, la Historia de Cádiz, con mayúsculas, desde los fenicios hasta la actualidad.

Así se venía desarrollando las jornadas sobre "Puertos y Ciudades", organizadas por la asociación RETE y la Autoridad Portuaria de Cádiz, hasta que Teresa Bonilla, arquitecta y alma de los dos últimos planes de ordenación urbana de Cádiz nos hizo una recomendación: "Tómense las cosas con calma porque este es un proceso de muchos años. Puede que incluso no lleguen a verlo (mirando a los presentes)".

El proceso del que hablaba es la operación en la que el puerto de Cádiz y la capital se encuentran inmersos para integrar en el espacio urbano los 300.000 metros cuadrados de suelo portuario que, en su gran mayoría, van a quedar sin uso definido una vez comience a funcionar el nuevo muelle de contenedores y se cierre la terminal de Reina Sofía.

El comentario de Bonilla provocó los únicos murmullos de la tarde, en el salón de actos de la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en Cádiz, e incluso hubo quien se movió inquieto, y no por la incomodidad de los asientos de este recinto.

Es cierto que no es la primera vez que se habla de que esta integración, vital para la capital pues es el único gran suelo de oportunidad que le queda para afianzar su desarrollo económico, social y turístico, como un proceso a largo plazo. Es lógico plantear un calendario de años pues se actuará sobre un inmenso espacio para el que será necesario dinero público y privado. Pero la contundencia de Teresa Bonilla alertó a más de uno.

Por si fuera poco, la arquitecta dejó claro que el relleno realizado para la construcción de la nueva terminal de contenedores será el último a ejecutar en la Bahía. Dejó claro en este sentido que las nuevas normas medio ambientales son claras a la hora de no afrontar más operaciones de este tipo, alertando además de que "son zonas con un alto riesgo (por el cambio climático) al ser fácilmente inundables".

Buena conexión institucional

La presidenta de la Autoridad Portuaria, Teófila Martínez, que actuó como conductora del acto, sí quiso cerrar el mismo dejando claro que "el éxito del plan de integración depende mucho de la relación leal entre las instituciones (por el momento, parece que hay una buena conexión entre el Ayuntamiento y la APBC), midiendo bien los pasos que hay que dar porque son trabajos de zurcido, de mucha dificultad".

Dejó claro Martínez que "si (estos terrenos) no se integran bien pueden acabar como suelos residuales", advirtiendo igualmente que las actividades que se vayan a realizar "no pueden añadir problemas en materia de infraestructuras y de gestión de servicios urbanos a la ciudad", como pueden ser los aparcamientos, tan escasos en el conjunto de la trama urbana.

Más allá de ello, los tres ponentes que analizaron la integración del puerto y la ciudad, el director arquitecto del Ayuntamiento, Alejandro Jones, y Eugenio Domingo Parra, de la Autoridad Portuaria, además de Bonilla, pusieron sobre la mesa algunas de los aspectos más relevantes que, para todos estos terrenos gaditanos, va a incluir el nuevo Plan Especial del Puerto, cuya aprobación inicial está a punto de salir adelante.

Hay que tener en cuenta que el Plan Especial definirá los usos generales de estos 300.000 metros cuadrados, pero no aportará más concreción sobre qué equipamientos se van a construir en ellos.

Sí se indicó que en estos terrenos se habilitarán zonas verdes que en su conjunto van a permitir duplicar los metros cuadrados de jardines de los que disfruta hoy el casco histórico de Cádiz (parques, plazas, alameda...).

Igualmente se dará prioridad a una transición "suave" entre el suelo portuario y la ciudad, construyendo un aparcamiento de gran capacidad paralelo al paseo de la Punta que tendrá un carácter disuasorio.

Se evitará que este terreno sea un cuello de botella. Se descarta una ampliación de la avenida del Puerto pero sí mejorarán las conexiones desde el barrio de la Hispanidad, potenciándose el uso del carril bici e, incluso, el tranvía urbano.

Se tiene claro el carácter de suelo de oportunidad y la necesidad de darle usos que complementen a la propia ciudad: hotelero, comercial, ocio pero también sin obviar el uso portuario especialmente relacionado con el sector de los cruceros y náutico.

La Ley de Puertos tiene un papel relevante en la confección final del Plan Especial, por lo que la APBC no puede obviar que la gestión de estos terrenos debe repercutir favorablemente en sus ingresos, que a la vez mejorarán la competitividad del puerto al permitirle la reducción de los costes de funcionamiento de sus instalaciones.

Teresa Bonilla traspasó los límites de la dársena portuaria de Cádiz capital y habló de los tentáculos de la APBC en El Puerto de Santa María y en Puerto Real. Dijo algo que todos asumen: que la Bahía de Cádiz es un gran núcleo urbano que no avanza al ritmo lógico por su riqueza y por su población simplemente porque no hay un nexo en común fuerte y sí muchos individualismos.

Para ella, el puerto y la Universidad son las dos únicas instituciones que están presentes en la mayoría de las ciudades de la Bahía, considerando por ello que la APBC debe jugar un papel relevante en el desarrollo global de la zona, especialmente por los suelos de oportunidad que son propiedad suyo en El Puerto y, sobre todo, en Cádiz.

Terminando por el principio, Teresa Bonilla lanzó otro de sus mensajes contundentes y, sin duda, asentados por su larga experiencia: "El proyecto va a tardar años en ponerse en práctica. Va a ser fuente de discusión política y entre las ciudades de la Bahía". Confiemos en que en esta cuestión se equivoque.

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