Europa da un espaldarazo a los planes del Ayuntamiento de Cádiz de potenciar al máximo la peatonalización del casco antiguo de la capital y de otros puntos de extramuros.

El Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia puesto en marcha por la UE para sacar a los países comunitarios de la crisis en la que se han visto inmersos por el efecto de la pandemia de coronavirus, dedica una importante partida económica a la modernización de las ciudades, tanto desde el aspecto tecnológico, como en la recuperación inmobiliaria y, sobre todo, en el desarrollo de la sostenibilidad en todos los ámbitos de la vida urbana.

Es en este último capítulo donde el Gobierno de España destina, procedente de los fondos europeos, 750 millones de euros para actuar sobre zonas de bajas emisiones. Es decir, para conseguir núcleos urbanos más limpios en beneficio de quienes viven en ellos y, a la par, en beneficio de su propio desarrollo económico y social.

El Ayuntamiento de Cádiz pretende llevarse un pequeño pellizco de este dinero para crear sus propias áreas medioambientales y empujar de forma definitiva su plan de sostenilidad en intramuros, que viene desarrollando desde los últimos años y que en estos meses se ha potenciado con la reordenación de todo el sistema de aparcamientos en superficie. Sistema que ha supuesto la creación de las zonas verdes en favor de los usuarios de vehículos que residen en el casco antiguo de la capital.

Según el documento elaborado por el Ministerio de Movilidad y Agenda Urbana, todas las poblaciones de más de 50.000 habitantes deben contar con al menos una zona de baja emisiones delimitada en su término urbano. Con esta población, a Cádiz le corresponderían dos, aunque ello no significa que en el futuro, a medida que se vaya viendo la efectividad de esta medida, se cuentan con más áreas que ayuden a la reducción de emisiones contaminante y la creación de zonas económicas con un alto valor medioambiental.

"Esta herramienta que pone en nuestras manos la UE es ideal para avanzar más en el proceso de peatonalización, en la recuperación del espacio público, en el calmado del tráfico y en definitiva en la mejora de la trama urbana", destaca a este diario el concejal de Urbanismo y Movilidad Urbana de Cádiz, Martín Vila.

Imagen aérea del casco antiguo.

Por su superficie y por su implicación población y económica destaca la zona de bajas emisiones en la que se convertirá todo el casco antiguo.

A modo del plan Madrid Central, será la “almendra central” de la capital gaditana la que se ponga al frente de esta operación.

En la misma se implicará a todo el espacio interior salvo la ronda de circunvalación y al desarrollo a medio plazo del plan puerto-ciudad que incluye la reurbanización del muelle de contenedores.

De esta forma, la zona de baja emisiones se controlará a través de un sistema informático, financiado en su mayor parte con los fondos del Plan de Resilencia, que gestionará todos los accesos a esta almendra central del tráfico rodado.

Este sistema, que facilita la lectura de las matrículas, contará con una base de datos de los vehículos de los residentes en esta zona, al igual que el tramo del Paseo Marítimo entre el Hotel Playa y Cortadura que se incluye en este proyecto: usarios de garajes, zona verde, así como vehículos para personas con movilidad reducida y carga y descarga. También se incluyen los que forman parte del día a día de los centros sanitarios ubicados en la que será la zona de bajas emisiones.

También podrán inscribirse como usuarios de este nuevo sistema los hoteles y los talleres mecánicos, que a través de la plataforma informática que se creará con este proyecto informarán de los usuarios que accedan con sus vehículos.

Lo cierto es que no se impedirá el acceso al casco, pero el control informático del que dispondrá el Ayuntamiento permitirá comprobar de forma inmediata si esta entrada a la almendra central esta justificada. Si no: sanción.

Ciudades como Córdoba ya mantienen un sistema muy parecido al que se va a poner en marcha en el casco histórico y en parte del Paseo Marítimo. Los usuarios de vehículos no habituales que quieren acceder al casco antiguo de esta localidad necesitan un permiso previo del Ayuntamiento, que se obtiene con rapidez a través de su página web.

El Ministerio de Movilidad tiene previsto abrir a lo largo de este verano el plazo para participar en esta convocatoria. Considera Vila que el Ayuntamiento podrá acceder a esta importante ayuda financiera atendiendo al trabajo realizado, en materia de peatonalización y sostenibilidad, en los últimos seis años. "La estrategia que hemos ido ejecutando en este tiempo nos va a permitir llegar a una posición ganadora cuando comience esta convocatoria", destaca el edil.

Junto a la red de cámaras y el centro de control de las mismas, el Plan de Resilencia prevé en este proyecto la instalación de estaciones de medición de partículas. A la vez, las cámaras permitirán hacer, mediante censores, un análisis exhaustivo de la movilidad en la zona incluida en este proyecto: desde el movimiento de personas y de coches y hasta bicicletas, a la vez de constatar la mejora en la calidad del aire. Lo que en definitiva supone un estudio de los cambios en los hábitos de los ciudadanos. El Ministerio exige al solicitante garantías sobre la continuidad de este plan.