Cádiz no tendrá finalmente Facultad de Educación en Valcárcel
Las administraciones dan por cerrada la opción de trasladar la facultad de Puerto Real a Cádiz, pero garantizan que el histórico edificio tendrá uso universitario
Antes de fin de año puede estar la nueva propuesta
El futuro de Valcárcel vuelve a darse de bruces contra la realidad del presente. La aspiración de darle un nuevo uso al histórico edificio ha vuelto a diluirse, como ya ocurriera en 2010. Borrón y cuenta nueva, por tercera vez -al menos- en los últimos 22 años. El proyecto en el que venían trabajando las administraciones, el que se había dado por hecho años atrás, ese del que como era habitual en tiempos pasados nos mostraron infografías y maquetas, no se va a materializar. La Facultad de Educación no se trasladará a Cádiz, seguirá en Puerto Real, y Valcárcel tendrá que mutar nuevamente de idea y de proyecto futuro.
Esta realidad que ha costado ir asumiendo ante el juego de las administraciones ha quedado constatado en los últimos días, y ya tanto en la Universidad de Cádiz como en el Ayuntamiento dan por cerrado el expediente de Educación.
En esta línea, el alcalde dio un importante paso al frente esta pasada semana al desvelar sus intenciones de convertir la trasera del histórico edificio en una plaza pública; un proyecto que, de manera automática, hacía desaparecer el edificio anexo que en su momento se proyectó para dar cabida a la facultad de Educación, que solo con el histórico inmueble no tenía espacio suficiente.
Este anuncio se unía al que hace unos meses ya oficializó también el Ayuntamiento de estar preparando la tramitación para enajenar el solar del Campo de las Balas que tendrá uso hotelero y para urbanizar el resto de este gran espacio, lo que daba también carpetazo a la posibilidad de habilitar unas instalaciones deportivas, necesarias para la rama de Educación Física de la tan citada facultad.
En paralelo, el rector de la UCA, Casimiro Mantell, ha venido insistiendo en un posicionamiento respecto a Valcárcel que repetía este lunes, subiendo el tono de la contundencia de sus palabras. “Estamos obsesionados con la Facultad de Educación, pero la UCA es muy amplia y hay muchas opciones”, decía Mantell, que apelaba a la reducción de costes para hacer viable cualquier operación universitaria en Valcárcel, mencionando las pistas deportivas “que tenemos en Puerto Real y que en Cádiz no hay” o el edificio trasero “que si lo quitamos se reduce en coste y la operación es viable”.
El propio rector anunciaba también en el discurso de apertura del curso universitario el viernes que la UCA ya trabaja en el proyecto de “modernización y ampliación de la Facultad de Ciencias de la Educación en el Campus de Puerto Real”. Una intervención que refleja, no explícitamente, que la Universidad ya trabaja de manera decidida en el actual centro de Educación, habiendo puesto fin a los años de espera para solucionar el traslado a Cádiz.
Respecto a este proyecto en Puerto Real, fuentes de la UCA aseguran que se están ultimando en la actualidad los expedientes técnicos tanto de las obras de modernización como la de ampliación de la actual facultad. Y para esto último, se contempla el levantamiento de un nuevo edificio en el suelo que iba a ser ocupado por el Instituto de Oceanografía Española, que cinco años después de haber firmado el convenio de cesión “no ha movido un solo papel”, por lo que el suelo vuelve a manos de la UCA para levantar ahí una nueva sede que servirá de seminarios, talleres y despachos de Educación, liberando así espacio de una facultad “que ha multiplicado por cuatro su uso desde que fuera construida” con la multiplicación de grados con respecto al primitivo Magisterio y con la impartición de cuatro másteres en la actualidad.
Todo ello se realizará con cargo a los 27 millones de euros de remanentes que la UCA tiene que gastar en los próximos cuatro años conforme al Plan de Infraestructuras que presentó hace unos meses y del que ya quedaba fuera Valcárcel.
¿Y ahora qué?
Constatado, pues, que Educación no se moverá de Puerto Real (a la espera de que las administraciones lo ratifiquen oficialmente en algún momento), la operación en la que ya trabajan Junta, Ayuntamiento, UCA y Diputación es otorgar un uso universitario a Valcárcel, pero no como facultad de Educación.
El propio rector ha hecho referencia a esta posibilidad en reiteradas ocasiones, insistiendo en que la Universidad tiene graves problemas de falta de espacios que se van a agravar en los próximos años con la llegada de más de una veintena de nuevas titulaciones que se van a impartir y para las que no hay sede física aún. Por tanto, parece garantizado que la UCA aceptaría gustosa cualquier operación que supusiera quedarse con la propiedad y el uso de Valcárcel, a falta de definir el destino final.
De igual forma, en múltiples ocasiones se ha manifestado el alcalde de Cádiz respecto al deseo de que Valcárcel sea universitario; y a poco que se hile la doble responsabilidad de Bruno García como presidente provincial del Partido Popular, y la presencia de estas siglas al frente del gobierno de la Junta de Andalucía, es prácticamente seguro afirmar que el uso de Valcárcel será universitario.
Precisamente, fuentes consultadas aseguran que las cuatro administraciones siguen manteniendo contactos y comunicaciones a fin de elaborar una propuesta que agrade a las partes. Y, sobre todo a estas alturas de la película de Valcárcel, que sea realizable, que se pueda ejecutar y, no menos importante, que se pueda financiar en un tiempo razonable. Es más, algunos se atreven a aventurar de que antes de que finalice el año en curso se conocerá la nueva propuesta que Junta, Diputación, Ayuntamiento y UCA defenderán y acordarán para el histórico edificio situado frente a la Caleta.
Si esto es así, habrá pasado casi un cuarto de siglo desde que la administración provincial decidió que era positivo vender Valcárcel, que a día de hoy sigue siendo de su propiedad. Casi 25 años en los que el centro educativo terminaría cerrando sus puertas (2002), el inmueble sería vendido para construir un hotel de cinco estrellas (2003), esta venta sería revertida para que Diputación recuperara la titularidad (2010), apareciera la posibilidad de uso universitario (2016), el edificio pasara a manos de la UCA (2017)… y todo volviera a la casilla de salida.
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