Cádiz no activaba su Plan Municipal de Emergencia desde el coronavirus

Miembros de Protección Civil en Cádiz.
Miembros de Protección Civil en Cádiz. / Julio González

La situación generada el lunes de la pasada semana a raíz de la interrupción del suministro eléctrico en todo el país motivó la activación en Cádiz del Plan Municipal de Emergencia; un documento que recoge la pauta a seguir y el modo de afrontar una situación sobrevenida o anómala en lo que al término municipal se refiere. Y en casos como el del apagón, que afecta a todo el país, disponer esas directrices que quedan supeditadas a lo que fijen los planes autonómico o estatal.

“Nuestro mayor deseo es que nunca sea utilizado en la realidad de la vida”, reza el documento oficial del plan una vez expuestos sus objetivos. Y lo cierto es que en Cádiz es la segunda vez en los últimos años en que se activaba este plan municipal. La ocasión anterior fue en febrero de 2021, cuando el aumento de contagios provocados por el coronavirus hizo que el anterior alcalde, José María González Kichi, tomara esa decisión.

Después de eso, hay que señalar la activación de un gabinete de crisis por el actual alcalde en agosto del pasado año a raíz del incendió que afectó a Las Canteras, en Puerto Real, y que mantuvo a la ciudad sin suministro eléctrico y con varios accesos cortados durante varias horas; pero en aquella ocasión, Bruno García optaba por administrar esa crisis con un pequeño gabinete que estuvo tomando las decisiones que consideraban oportunas, sin activar ese Plan Municipal de Emergencia.

Es, de hecho, el alcalde de la ciudad el máximo responsable de este plan. A él le corresponde no solo activarlo, sino también dirigirlo y clausurarlo; todo ello acompañado de un comité asesor (formado por las policías civiles y los bomberos), del gabinete de Prensa del propio Ayuntamiento, del Centro de Coordinación Operativo Municipal (Cecopal) y de los servicios operativos.

El plan municipal en vigor ha sido redactado por el servicio de Protección Civil y contempla las “anomalías en los suministros básicos” como uno de los “riesgos antrópicos” que pueden dar lugar a su activación, como ocurrió el pasado día 28.

La revisión del plan y de la actuación municipal

Una vez pasada la emergencia, el alcalde Bruno García presidía este lunes una reunión con los distintos mandos y responsables de áreas municipales y de las empresas de Aguas y de electricidad para analizar la actuación ejercida y ver posibles necesidades de mejora que sirvan para ofrecer una mejor respuesta en futuras ocasiones.

En este sentido, se ha puesto sobre la mesa la necesidad de contar con mejores comunicaciones (en casos, como el del 28 de abril, que la telefonía móvil deje de funcionar), con un depósito de combustible (para abastecer posibles generadores de electricidad) y con instalaciones y dependencias que tengan autonomía más allá del suministro.

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