El Cádiz hizo posible la gran hazaña de la jornada deportiva al empatar a uno en el Santiago Bernabéu, lo que provocó que jugadores y técnicos madridistas fueran despedidos por su público con almohadillas y una fenomenal bronca.
El Cádiz jugó un partido muy serio en defensa, no dejando opciones de remate a los delanteros del Real Madrid. El gol blanco fue anotado en propia puerta por Poli, al filo del descanso.
En la segunda parte, el Cádiz empezó a tomar conciencia de la debilidad del Madrid y a un cuarto de hora del final, Arteaga, tras jugada de Mejías y Quico, batió a Jaro.
Con este resultado el Cádiz, a las órdenes de Ramón Blanco, sube un puesto en la clasificación general de Primera División, aunque sigue ocupando un puesto de promoción.
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