Fútbol El Cádiz CF, muy atento a una posible permanencia administrativa

UN AÑO DE LAS ELECCIONES LOCALES

Vía libre para Podemos-2019

  • El gobierno de izquierdas ha pasado lo peor: su primer año al frente del Ayuntamiento. La situación del PP y del PSOE le favorece para tener un mandato relativamente tranquilo.

“Si logran pasar sin daños el primer año de gobierno, ya no van a tener problemas para terminar el mandato”. Recién llegado al poder la coalición de izquierdas entre Podemos y Ganemos, las apuestas se dividían entre quienes les daban poca vida al gobierno de José María González, que eran mayoría, y quienes confiaban en su aguante, que eran los menos. La frase corresponde a un veterano político gaditano, con muchos quinquenios encima, y capaz de hacer un análisis de la realidad nada apasionado.

Ahora González va a cumplir en cuestión de días su primer año al frente del Ayuntamiento de la capital y todo hace suponer que cumplirá los tres que le quedan, hasta llegar a las elecciones locales de 2019, sin mayores sobresaltos.

Llegaron sin conocimientos de la gestión municipal, y aunque algunos y, sobre todo, algunas, se piensan todavía que un Ayuntamiento se gobierna como si estuvieran delante de una pancarta en el Palillero, ya comienzan a asumir los límites y controles que tiene toda gestión pública.

Tras esta primera lección tan importante, la segunda la han recibido quienes anunciaban el 25 de mayo de 2015, tras la caída del PP, que los nuevos iban a quemar las iglesias, desmantelar el orden establecido y eliminar el libre comercio, entre otras cuestiones. Como nada de eso ha pasado, como bien puede verse estos días en la fachada del Ayuntamiento colapsada de exornos relacionados con el Corpus, es otro tanto que se ha apuntado el gobierno de coalición para garantizar su continuidad.

Pero lo esencial es el estado de la oposición municipal. Recordemos que entre Podemos y Ganemos apenas lograron diez escaños y que la mayoría absoluta está en catorce ediles. La coalición se mantiene gracias al apoyo del PSOE. Un apoyo muy crítico, doloroso en demasiadas ocasiones para las filas socialistas. Un apoyo a veces tan cogido por los pelos que la moción de censura ha estado en boca de todos durante largo tiempo, incluso desde el propio equipo de gobierno que hace meses lanzó el mensaje de una ‘pinza’ entre el PP y el PSOE para ahogarles.

Sin embargo, las entrevistas que Diario de Cádiz publica hoy con Teófila Martínez (PP) y Fran González (PSOE), dejan claro, por si alguien tenía duda de ello, que no va a presentarse moción de censura alguna. González y los suyos podrán respirar tranquilos. Y dedicar su tiempo a otras cuestiones.

Pero más allá de mociones de censuras o no, el relajo para el gobierno de coalición debe venir de la propia situación en la que se encuentran en Cádiz PP y PSOE.

Los populares, noqueados tras la victoria-derrota de hace un año, están, como reconoce Martínez, definiendo el modelo de ciudad que quieren presentar a los vecinos de cara al 2019. Por fin se asume que hay gaditanos que no recuerdan cómo era Cádiz en 1995 ni los profundos cambios experimentados en estos veinte años y que, por eso, nada les importa soterramientos, puentes, nuevos paseos... Piensan más en el futuro que en el pasado por lo que el PP deberá cambiar su chip. Pero lo más importante será definir quién va a liderar esta etapa. Hace un año desde el Partido Popular se afirmaba que este cuatrienio iba a dedicarse al cambio de cartel. La propia Teófila Martínez lo reconocía en este periódico. Era un proceso, se decía, que iba a concluirse en 2015 pero la crisis económica obligó a retrasarlo para dedicar los esfuerzos en mantener la ciudad a flote en los años pasados.

La claridad que antes se manifestaba en el adiós de Teófila Martínez se enturbia ahora con la frase “haré lo que diga el partido”, que es lo mismo que decir que hoy por hoy no hay un delfín claro para liderar la formación en 2019. Es muy difícil encontrar a alguien con el carisma de Martínez, y más cuando delante de ellos se han topado con alguien capaz de igualar esta conexión con muchos vecinos: el mismo José María González.

El PSOE está peor que los conservadores. Con la eterna duda de lo que debe hacer: oposición pura y dura; oposición con apoyo continuado o entrada en el gobierno de coalición, los socialistas que comandan Fran González se toparán tras las elecciones generales del 26 de junio, con los viejos socialistas que fueron descabalgado del poder hace meses y que no se lo han perdonado. 

Lo único positivo en este proceso tan oscuro que se anuncia en el partido socialista es  la unidad del grupo municipal que, con sus altibajos, mantiene un alto nivel de competencia, lo cual en estos tiempos es de agradecer.

Todo ello beneficia a Podemos y le sitúa en una posición envidiable de cara al 2019. Vale que aún quedan tres años, pero basta con que no se le tuerzan las cosas, que aprendan a morderse la lengua cuando saben que van a meter la pata, y que la situación económica mejore lo suficiente como para que se rebaje el desempleo (con lo que ello incide en la vivienda y en las ayudas sociales), como para situarse en una posición privilegiada de cara a afrontar con cierto optimismo las elecciones de 2019.

Con todo, el nivel de crispación que hay entre los partidos, la incapacidad de diálogo entre ellos, no es nada bueno para una ciudad que, tras este año tan inestable, lo que necesita ya es un empujón que le haga ver el futuro con ciertas garantías de éxito. 

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