Patrimonio de Cádiz

Vandalismo en el Parque Genovés

La escultura sin el paraguas y con los brazos rotos.

La escultura sin el paraguas y con los brazos rotos. / Miguel Gómez

El vandalismo sin sentido se ha cebado con una de las esculturas más populares de Cádiz. Se trata de la réplica, el original se encuentra en dependencias municipales, de la escultura de los Niños del Paraguas del Parque Genovés, un conjunto escultórico que hace las veces de fuente y cuyo arreglo se produjo por parte de Aguas de Cádiz hace algo más de tres años, en febrero de 2020. Los vándalos han arrancado el paraguas de la escultura y con él las manos y parte de los brazos que sostenían este adorno. Fuentes municipales han explicado a este periódico que los brazos y el paraguas han aparecido tirados junto a la fuente.

La voz pública de alarma ha sido dada esta misma mañana por la asociación Cádiz Abandonada en su cuenta de Twitter. Esta plataforma, que se mantiene vigilante por el cuidado y la conservación del patrimonio histórico y urbanístico de la ciudad, achaca en su denuncia el acto vandálico a la ausencia de vigilancia y a la apertura del parque por la noche. En las reacciones en Twitter a la denuncia de Cádiz abandonada hay también quienes culpan al incivismo de esta inexplicable acción vandálica.

Las fuentes municipales consultadas explican que el conjunto escultórico amaneció roto tras la madrugada del viernes al sábado, y que sus autores arrancaron los brazos de una de las esculturas, la que precisamente sostiene el paraguas. Todos los elementos desprendidos de la fuente han sido recuperados porque su autor o autores los dejaron abandonados en las inmediaciones. "Los técnicos de Aguas de Cádiz ya están evaluando los daños para su reparación", aseguran desde el Ayuntamiento.

Imagen del conjunto escultórico y la fuente tomada hoy mismo. Imagen del conjunto escultórico y la fuente tomada hoy mismo.

Imagen del conjunto escultórico y la fuente tomada hoy mismo. / Miguel Gómez

La rotura de esta escultura ha dejado al descubierto parte de la canalización de agua, que ahora sale al exterior por la parte de la escultura que ha sido arrancada.

Cabe recordar que esta escultura perteneció a la familia Aramburu desde 1878 y que se encontraba en el patio principal de su residencia de la plaza de San Antonio. La familia cedió el conjunto al Ayuntamiento en la década de los veinte del pasado siglo, aprovechando la profunda reforma que se realizó en el palacete.

En el año 2019, según contó este periódico, se decidió desde el Ayuntamiento construir esta réplica al descubrir que el conjunto era obra original del artista milanés Andrea Boni. El descubrimiento de la autoría se confirmó en el proceso inicial de restauración, realizado por Pilar Morillo y Álvaro Domínguez, junto con al forjador Salvador García y con el asesoramiento de Lorenzo Alonso de la Sierra. El conjunto original se encuentra en dependencias municipales, a la espera de ser ubicado en la nueva sede de la Fundación Municipal de Cultura, en Ancha, 16 (antiguo Rectorado).

El grupo escultórico original representa a Pablo y Virginia, protagonistas de la novela de Jacques Henri Bernardin ‘Paul et Virginie’, fechada en 1788, tal y como sostuvo en febrero de 2019 Lorenzo Alonso de la Sierra. Esta obra goza de gran popularidad en Francia y se conocen numerosas ilustraciones y algunas representaciones pictóricas y escultóricas de sus pasajes más importantes.

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