Un regalo de Reyes anticipado para la ciudad. Así ha valorado el alcalde de Cádiz, José María González Kichi, la firma del contrato del nuevo servicio de limpieza y recogida de basuras que este miércoles ha suscrito, al fin, con la empresa finalmente adjudicataria, Valoriza. Un contrato que tendrá una duración de diez años y que supondrá un gasto para el Ayuntamiento de 148 millones de euros.

La firma entre empresa y administración local supone el fin de un "largo y farragoso proceso que no ha sido fácil o no nos lo han puesto fácil", en palabras del alcalde, que ha asegurado que a raíz de este contrato "Cádiz va a tener el servicio de limpieza que se merece", con más horas de trabajo y "más y mejores medios" con los que llevarlo a cabo.

Valoriza tiene ahora hasta el 1 de febrero como fecha límite para asumir el servicio y empezar a desarrollar lo que exige el pliego elaborado por el Ayuntamiento y la oferta presentada en su día (2019) por esta empresa que desde el año 2006 trabaja en la ciudad formando parte de la actual prestataria del servicio a través de una UTE junto a Cointer.

En estas próximas semanas antes de poner en marcha el nuevo servicio, el primer paso que dará Valoriza será la subrogación de la totalidad de la plantilla, que según el alcalde "es un compromiso que siempre asumimos" aunque en realidad es una obligación del Ayuntamiento. Y a partir de ahí, habrá una "progresiva incorporación de maquinaria y vehículos" para la que ya el alcalde pide "paciencia", teniendo en cuenta entre otros factores el ritmo actual de producción de maquinaria y vehículo con los dilatados plazos que se están dando.

El nuevo contrato

Del aterrizaje de Valoriza y la puesta en marcha del pliego elaborado por los técnicos municipales, ha destacado Kichi la renovación total de los vehículos (los actuales son del año 2006 y tenían un período de carencia de diez años) por otros que serán "ecoeficientes con gas natural comprimido y electricidad"; la renovación total de contenedores y papeleras, incorporando sistemas electrónicos que permitirán conocer el estado de carga y uso de cada recipiente; la consecución de que la sede de la Zona Franca sea "autosostenible con energías renovables"; o la incorporación de sistemas de autodiagnósticos en los equipos y de comunicación en tiempo real, lo que favorecerá la labor de control del servicio que se presta.

"Es un salto de calidad muy importante para el servicio de limpieza", ha resumido el alcalde.