El deseo del anterior gobierno municipal de frenar el aumento del uso turístico de las viviendas no se ha conseguido, hasta la fecha, con el cambio de PGOU que está en vigor desde finales de 2022. O no, al menos, sirvió esa modificación para parar en seco la proliferación de las viviendas con fines turísticos (VFT), que es una de las modalidades de hospedaje que han nacido en estos últimos tiempos en paralelo a hoteles, hostales, hospederías, albergues y otras formas que hasta hace unos años eran las únicas conocidas.

Según datos del Ayuntamiento, cuando entró en vigor la modificación del PGOU para limitar el crecimiento de estas viviendas turísticas (octubre de 2022) había registradas en la ciudad un total de 2.237 VFT; y el último dato que tiene el Ayuntamiento (de fecha 20 de diciembre de 2023) la cifra se ha elevado hasta las 2.647. Es decir, 410 VFT nuevas en este año y pico de nuevo escenario normativo en la ciudad.

El gobierno del PP pone el acento, además, en el reparto desigual de ese crecimiento antes y después del cambio en la Alcaldía gaditana. Así, señala que del 1 de diciembre de 2022 al 14 de junio de 2023 (tres días antes de la investidura de Bruno García como alcalde) “se dieron de alta 226 VFT”; mientras que desde ese día hasta el 20 de diciembre de 2023 son 184 las VFT incorporadas al registro.

Esto lo traduce el entorno de Bruno García en que “en seis meses y quince días con Kichi se daban de alta 1,15 VFT al día; mientras que en seis meses y siete días con Bruno han sido 0,96 VFT diarias”.

De este modo, desde el nuevo gobierno se quiere desmentir las críticas insistentes de Adelante Izquierda Gaditana respecto a un incremento de pisos turísticos desde la llegada del PP a la Alcaldía. De hecho, además de las cifras señalan el traslado de la Junta de Andalucía de información de un total de 280 VFT dadas de alta a lo largo de 2023 que incumplen la nueva normativa municipal, por lo que tendrán que ser retiradas de ese registro andaluz.