El 22,29% de los hogares gaditanos está ocupado por una única persona. Son en total 10.471, sobre un total de 46.966 hogares (vivienda principal), según se refleja en el Censo de Población y Vivienda elaborado por el Instituto Nacional de Estadística. La capital está entre las once localidades de la provincia con un mayor número de hogares únicos. El ranking lo lidera Grazalema, con el 29%, junto a un listado que está compuesto, salvo Tarifa (26,3%), por municipios de la Sierra. Por contra, en Los Barrios apenas hay un 12,7% de hogares ocupados por una única persona, seis puntos por debajo de la media provincial.

En la capital la mayor parte de las personas que viven solas son mujeres: 6.737, con cerca de cuatro mil con edades que superan los 65 años. Por contra, los hombres mayores de 65 años que viven solos en sus casas bajan hasta los 1.219. Estos datos apenas son inferiores a los que se computan en Jerez de la Frontera, a pesar de que esta ciudad cuenta con 80.000 habitantes más que Cádiz, lo que indica un mayor envejecimiento en la capital y un evidente menor grado de ocupación de las viviendas.

Buena parte de estos vecinos residen en el casco histórico optando muchos por permanecer en sus casas "de toda la vida", rechazando su traslado a las residencias de sus familiares más directos o a centros asistenciales. En algunos casos muchos de los vecinos con edad avanzada apenas se mueven de sus pisos al ubicarse éstos en edificios sin ascensor, lo que dificulta su salida con sus propios medios.

El envejecimiento de la población gaditana y la marcha de los grupos más jóvenes provocan sustanciales diferencias, en cuanto a los mayores que viven solos, si comparamos los resultados de la capital con los de Jerez y Algeciras, localidad esta que cada vez se acerca más al número de habitantes de la capital. Así, en la localidad campogibraltareña apenas hay 3.400 vecinos con más de 65 años que viven sin compañía alguna, cifra superada en Cádiz contando solo a los hombres. El Algeciras el 20,64% de los hogares está ocupado por un único vecino mientras que en Jerez esta cifra es aún más baja, llegando al 19,39%.

La situación es aún más grave para la capital, si consideramos negativa esta circunstancia, cuando se comparan los datos con el anterior censo, fechado en 2001. En aquel momentos el número de hogares con un único ocupante suponía el 16,65% del total, un porcentaje un punto por debajo del que entonces tenía Algeciras y apenas un punto y medio por encima del de Jerez de la Frontera.

Desde el Colegio Oficial de Trabajo Social de Cádiz se lanza una alerta tras conocer estos datos. "La dinámica de la sociedad está afectando gravemente a esta realidad, en la que los cambios sociodemográficos, la falta de conciliación familiar-laboral, o la migración laboral están haciendo que aumente el número de personas mayores que no pueden ser atendidas por sus redes familiares. La situación de desamparo de personas mayores que viven solas y apenas pueden cubrir sus necesidades básicas y que no cuentan con redes de apoyo familiar o social, así como el aislamiento o el abandono que a veces se producen, son realidades que, en ocasiones, permanecen ocultas y que es necesario identificar para desarrollar acciones preventivas y de apoyo para dichas personas".

Este colectivo, ante esta situación "apoyamos coordinar mayores recursos sociales orientados a la detección de estos casos, mayor implicación de la ciudadanía, del tejido asociativo y comunicación con los servicios sociales municipales, los cuales son fundamentales para una atención más eficaz dada la cercanía con la ciudadanía".

El propio Ayuntamiento tiene en marcha, a través del Área de Familia, una serie de servicios asistenciales centrados en el colectivo de mayores que viven solos. Así hay al menos 31 usuarios con más de 65 años que por su situación familiar, económica o médica no pueden proveerse de forma adecuada de la alimentación diaria, que la reciben en sus propios domicilios procedentes del Ayuntamiento, mientras que otro medio centenar acude al comedor para mayores. Igualmente, la Cruz Roja tiene en marcha una serie de programas de atención a estos hogares unipersonales con dificultades para mantener un ritmo de vida adecuado.