Inicio del nuevo mandato

Sesión de investidura en el Ayuntamiento de Cádiz: El inicio del mandato del hombre tranquilo

Bruno García resopla y mira al techo poco después de recibir el bastón de mando.

Bruno García resopla y mira al techo poco después de recibir el bastón de mando. / Julio González

‘El hombre tranquilo’ es una película dirigida por John Ford en 1952 y protagonizada por John Wayne acerca de un hombre sosegado que vuelve a su Irlanda natal después de muchos años. Pese a lo idílico de la situación, se encuentra una convivencia complicada. Bruno García, el líder del Partido Popular y ahora alcalde, se define así mismo como moderado y eso no sólo lo aplica a sus ideas políticas, sino también en la manera de comportarse y enfrentar las cosas. Este sábado ha vivido uno de los días que marcará su vida, ya que ha recibido el bastón de mando de la ciudad pero, sin embargo, tan sólo se ha quebrado cuando ha hablado de los suyos, de su familia, de sus amigos y compañeros, aquellos que sufren el reverso de una actividad política frenética.

Y al igual que Sean Thornton, el personaje que encarnó John Wayne, vuelve al Ayuntamiento de Cádiz después de que saliera en la última parte del primer mandato de ‘Kichi’ y sabe que va a encontrarse con dificultades. 

Pero Bruno García se muestra tranquilo en todo momento, con una media sonrisa cuando recibe el bastón de mando, con el contenido de su discurso y tan sólo se le nota algo más pensativo en el momento en el que los dos portavoces de la oposición, David de la Cruz (Adelante Izquierda Gaditana) y Óscar Torres (PSOE) hacen sus discursos. Ahí se toca los ojos en varias ocasiones, aprieta los labios, mira al techo...

La tranquilidad también se encontraba en el ambiente, pese a que se producía un cambio de gobierno tras los ocho años de José María González ‘Kichi’. 

En el salón de Plenos había familiares de la nueva Corporación, de los que se iban y algunas autoridades, muchos de ellos relacionados con el PP. Por encima de todos ellos el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, que ha condicionado el inicio del acto, que ha llegado acompañado al Salón de Plenos del Ayuntamiento de Cádiz por los dos alcaldes, el saliente y el que iba a recibir el bastón de mando en cuestión de minutos.

También han estado la vicepresidenta primera del Parlamento de Andalucía, Ana Mestre; la delegada del Gobierno de la Junta en Cádiz, Mercedes Colombo; los delegados territoriales Carmen Sánchez y Jorge Vázquez; el diputado Ignacio Romaní; la presidenta de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz y ex alcaldesa, Teófila Martínez; y el presidente de la Audiencia Provincial de Cádiz, Manuel Estrella.

En lo que viene siendo habitual ya desde hace años se ha producido el baile del crucifijo, que ha estado presente en el juramento de los 14 concejales del Partido Popular y ausente en las promesas del PSOE y Adelante Izquierda Gaditana. Mismo texto leído por Partido Popular y PSOE, mientras que el de Adelante Izquierda Gaditana era distinto y tenía la coletilla "por obligación legal acatar la Constitución”, a lo que añadían “cumpliendo la voluntad del pueblo soberano y trabajar por una sociedad libre, justa e igualitaria”, a la que cada concejal le iba metiendo otros términos, feminista, reparadora, equitativa...

La investidura como concejal de la popular Maite González García-Negrotto ha sido una de las más emocionantes. La edil ha perdido a su padre hace unos meses, el pintor Luis Gonzalo González, y éste ha estado muy presente en la segunda investidura de su hija como concejal porque llevaba un traje pintado como homenaje a su padre y cuando ha recibido la medalla ha lanzado un beso al cielo.

También lo ha sido la toma de posesión de Gloria Bazán, también del Partido Popular, una mujer con parálisis cerebral y que a partir de ya se pone a trabajar por la ciudad como antes lo ha hecho en otros ámbitos.

Ha sido un pleno de investidura con algunas anécdotas. Por ejemplo, una vez que los concejales han depositado su voto en la urna, el secretario municipal ha ido a sacar todas las papeletas pero no se había percatado que las dos personas que habían presidido el acto hasta ese momento, el concejal de mayor edad, Demetrio Quirós, y la de menor, Paula Fernández, no habían votado aún.

La urna es una preciosidad histórica de 1837 que se encuentra en el Museo de las Cortes de Cádiz y es alusiva a la Constitución de ese año.

Esta vez Demetrio Quirós se limitó a separar los votos pero sin decir en voz alta para quien iba cada uno. Simplemente una vez que ha terminado ha dicho que Bruno García León había sido elegido alcalde de la ciudad.

El momento de la entrega del bastón de mando también ha tenido su pequeña incidencia. Porque cuando Bruno García había recibido todos los aplausos con sus concejales y la parte de los invitados populares en el salón de plenos, se quedó de pie esperando a que llegara el símbolo que recibe el nuevo alcalde. Sin embargo, éste no aparecía y Bruno García ha roto un poco el protocolo del acto y se ha dedicado a saludar y abrazar uno a uno a cada uno de los nuevos concejales de la Corporación.

Una vez completado el relleno del tiempo, ahora sí, Bruno García recibía el bastón de mando ante los aplausos de los asistentes al acto. Sin euforia, sin estridencias, como el hombre tranquilo que es, ha permanecido unos segundos dando las gracias a la gente y también para que los reporteros gráficos pudieran inmortalizar el momento en el que el cuarto alcalde de la democracia era investido.

El nuevo alcalde también es un hombre muy discreto y muy celoso de su vida privada. En el salón de plenos no había ni una sola persona de su familia, su pareja, sus hijas o cualquier otro miembro.

En el momento de los discursos de la oposición es cuando se ha visto a un Bruno pensativo, reflexivo, e incluso a veces hasta un poco más nervioso, como cuando le ha dado el paso al socialista Óscar Torres.

Sin embargo, el hombre tranquilo ha regresado de nuevo en su discurso, que ha leído con bastante aplomo y que sólo se ha roto, tal y como hemos citado anteriormente, cuando traspasa la barrera del Bruno político al Bruno persona.

Una vez que ha terminado el Pleno de investidura, llegó el momento de las fotos y en todas ellas estaba el gran protagonista del día, Bruno García. Sólo con Juanma Moreno, con el resto del que va a ser su equipo de Gobierno, con toda la Corporación municipal, con familiares de los otros concejales...

Entre unas y otras y cuando ya el PSOE había salido de la zona de los concejales, porque se había demorado todo, el presidente de la Junta fue a saludar y felicitar a cada uno de los miembros elegidos del Partido Popular y también a los de Adelante Izquierda Gaditana.

Una vez despedido el presidente de la Junta que el ya alcalde ha acompañado hasta el coche oficial antes de seguir con la ronda de investiduras por media Andalucía, a Bruno le quedaba rematar la mañana con el verdadero traspaso de poderes oficial, la del arqueo de la caja, es decir, la firma de las cuentas que se reciben del Ayuntamiento de Cádiz y todos los organismos públicos. Este acto se ha llevado a cabo en el despacho de Alcaldía en presencia del interventor Juan María Moreno la tesorera Elvira Fuentes y los medios de comunicación que han cubierto el acto. Ha sido un momento sin tensión, más distendido que el que se dio hace ocho años cuando fue José María González el que recibía la gestión de la ciudad de manos de Teófila Martínez.

Tranquilo en la victoria y en la derrota. No ha habido escena de bastón de mando en el balcón, entre otras cosas porque había muy poca gente en la plaza de San Juan de Dios pero tampoco se iba a hacer aunque hubiera una masa de personas.

Una vez que ha salido de allí, ha hecho algo que le encanta y es charlar de manera casi informal con los periodistas, que han tenido muy complicado sacarle la palabra nervios o tensión de su vocabulario. Eso sí, una de las sensaciones más extrañas que ha tenido es que, una vez que ha entrado en el Ayuntamiento al que volvía después de varios años, conocía a casi todo el mundo y “es como si no me hubiera ido”.

El resto del día quería pasarlo con su familia en la playa para darse un baño, algo que adora. El descanso del guerrero antes de ir este domingo por la tarde al Ayuntamiento para comunicar a cada concejal la responsabilidad que va a tener pero en una especie de juego perverso en el que no se pueden pasar información entre ellos porque al día siguiente se va a anunciar a los medios y a la ciudadanía. 

Cuando ha salido, más felicitaciones de ciudadanos y un paseo hasta Santo Domingo donde tenía pensando depositar flores ante la Patrona de la ciudad. Empieza el reinado del hombre tranquilo.

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