El futuro del castillo de San Sebastián es cada vez más incierto. Ninguna administración, empezando por la del Estado que es la propietaria, parece dispuesta a dar el primer paso para afrontar el final de su rehabilitación, paralizada desde 2015. No hay perspectivas de la llegada de fondos europeos, que solventaría la reticencia a la hora de poner dinero de las instituciones españolas. Todo ello, con la fortificación cerrada para evitar accidente, con lo que ello supone de degradación de todo el conjunto, especialmente los espacios que no se rehabilitaron en 2012 de cara a los actos del Bicentenario de la Constitución de 1812.

Patricio Poullet, jefe de la Demarcación de Costas de Cádiz y uno de los técnicos que más están luchando por recuperar el antiguo patrimonio militar de la capital, insiste en que debería de ser el Ayuntamiento "el que lidere este proyecto", para así arrastrar al resto de las administraciones. "Si no es así, el castillo no va a salir adelante", se advierte.

Se asume que el Estado, propietario del edificio, ya ha dejado claro que no va a poner fondos para salvar el castillo, y que está dispuestos "ya" a ceder su propiedad a la administración que lo solicite. Ya pasó con el propio Ayuntamiento, aunque éste al final reclamó que el complejo debía de estar totalmente restaurado.Para Poullet "es el Ayuntamiento el que debe de decir qué se va a hacer en el castillo, y en función de eso, tirar de todas las administraciones".

Veterano en numerosos proyectos, Poullet tiene claro que si se cuenta con un proyecto para actuar en la recuperación de toda la fortificación, con los planes de obras y el coste de las mismas, junto a una programación de uso de todo el complejo a corto y medio plazo, será más factible involucrar al resto de las administraciones públicas y, sobre todo, acudir a los fondos europeos. Pero por el momento no parece que este movimiento se vaya a hacer.