¿Puede el Ayuntamiento luchar contra la masificación que se prevé para esta noche en la ciudad y para ese macrobotellón tan alejado de la fiesta en la calle? ¿Puede establecerse un dispositivo que impida el acceso del tráfico al centro de la ciudad a partir de esta tarde, o que prohíba la ocupación de determinadas plazas, calles e incluso avenidas? La alcaldesa reconoció ayer que todo esto es algo impensable. Y por tanto, abogó por disfrutar los beneficios que pueda suponer la fiesta (especialmente en hostelería y ocupación hotelera) y centró la labor municipal en procurar que el Carnaval se celebre con la mayor tranquilidad posible y que la ciudad "esté siempre dispuesta a cualquier hora del día para acoger a los que vienen a disfrutar de la fiesta".

Por tanto, seguridad y limpieza son los principales retos que el Ayuntamiento se marca de cara a estos carnavales. De ahí, por ejemplo, que en estos días la ciudad haya ido preparándose con vallas y tarimas como si fueran trincheras para salvaguardar el patrimonio. O que en los últimos años se haya intensificado el dispositivo de limpieza hasta lograr el baldeo diario de las zonas de más influencia durante las fiestas, o activar la campaña de recogida de vidrio que llega a la misma puerta de los locales de hostelería.

Y es que la propia alcaldesa reconocía ayer que el Carnaval ha ido creciendo en estos últimos años en cuanto a público en la calle, lo que ha obligado también a un aumento de la inversión de cara a estas fiestas.

Y en el apartado más lúdico, aseguró Teófila Martínez que se han corregido los errores de la cabalgata de Reyes (sobre todo en lo que respecta a los camiones utilizados para tirar de las carrozas) para que no se vuelvan a repetir mañana. "Estamos haciendo un esfuerzo muy importante", concluyó Martínez, que espera un Carnaval tranquilo y lo más beneficioso posible para la ciudad.