Mar S.A.

Los mejores y peores momentos de Cádiz como ciudad le han llegado a través del mar que la rodea. Por el mar arribaron las grandes civilizaciones del Mediterráneo, las grandes riquezas de las colonias americanas y la posterior relación con las naciones hispanoamericanas; y el por mar, también, llegaron los ataques de nuestros enemigos y los embates de las tempestades, que hicieron peligrar su propia existencia como urbe.

Por el mar han llegado las riquezas que nos han sustentado como sociedad y que han estado presentes durante las últimas décadas (el comercio, el puerto, el astilleros...) aunque ahora estén inmersas en una crisis de complicada salida. Y como ellas, es igualmente cierto que buena parte de nuestro futuro no tiene más remedio que sustentarse en el mar.

Las próximas páginas se convierten en una peculiar singladura en la que visitaremos los más dispares puertos: desde el mar de las playas al mar de los muelles, pasando por el de la náutica, el turismo, el ocio o la pesca. Todo para constatar que aunque parezca que vivimos de espaldas al mar, y en algún momento de nuestra historia así lo ha sido, nuestra vida depende de este océano que, hoy por hoy, es la principal empresa de la ciudad. Mar S.A.

El mejor ejemplo, en las fechas en la que ya estamos, es la relación del mar con Cádiz como ciudad turística. Es complicado fijar el porcentaje de trabajadores que dependen de actividades de este sector que cuentan con un empleo exclusivamente por la atracción que supone el mar.

En el principal paseo marítimo de la ciudad, entre el Fuerte de la Cortadura y la muralla de la Puerta de Tierra, hay unos 80 locales de hostelería a pleno rendimiento durante la temporada estival, incluyendo los chiringuitos y las heladerías. Fuentes del sector consideran que el conjunto de estos locales debe dar trabajo a cerca de 1.000 personas y que el impacto de la playa, y evidentemente, el mar, es esencial para su subsistencia. Pero es que a estos locales, situados en primera línea del Paseo, se les debe de unir unas docenas más de establecimientos que se ubican en las calles y plazas cercanas y que también sobreviven gracias a lo que generan en caja cada verano.

La playa crea también empleo a través del Ayuntamiento pues la temporada supone un movimiento de algo más de 300 personas, que trabajan en su mantenimiento: limpieza, seguridad, mantenimiento, ocio... Un potencial que logra año tras años que la de Cádiz siga siendo considerada como la mejor playa urbana de Europa.

"El mar sigue siendo el principal aliciente turístico", reconoce Antonio de María, presidente de la patronal hostelera, gaditano de toda la vida y con varias décadas de duro trabajo en este sector. "El mar tiene un doble enfoque de cara al turismo. Por una parte está la playa, y quienes conocen las playas de Cádiz ya no quieren ir a ninguna otra, porque son las de mayor calidad, en todos los sentidos, de todo el país; y por otra, está la gastronomía marina. Y aquí la gente que nos visita alucina, aunque debemos de tener cuidado de quienes vender pescado a bares y restaurantes sin pasar antes por la lonja".

Aunque se asume que debe mejorar la venta y la imagen de la ciudad en el exterior, De María considera que "cada vez vienen más turísticas atraídos por el mar de Cádiz", mencionando la campaña que se ha venido haciendo, desde su propia entidad, en Córdoba que ha permitido dar un buen mordisco al porcentaje de cordobeses que hasta ahora se iban a Málaga y ahora prefieren nuestra ciudad.

Pero Antonio de María tienen claro que respecto al turismo el potencial del mar no debe de limitarse a las playas.

Lamenta que no se sepa aprovechar hasta ahora el factor deportivo y lanza un objetivo: que la Bahía sea un gran campo de regatas, que él asimila a lo que el circuito de velocidad supone para Jerez de la Frontera.

Un campo de regatas "supondría la llegada a Cádiz de seguidores de un deporte normalmente con un elevado poder adquisitivo", con lo que ello supondría para la economía no solo de la capital sino del área metropolitana. Pero la relación Cádiz-mar-vela se debería de extender más allá pues, como recuerda el propio presidente de Horeca, "se debería de aprovechar nuestra oferta de construcción naval para la construcción de grandes yates", sobre todo cuando en una provincia de secano como es Jaén ya realizan estos trabajos.

Lamenta también Antonio de María que no se sepa aún aprovechar la relación del mar y la cultura. "Deberíamos de contar ya en nuestro puerto con la presencia de una serie de barcos que han sido referentes de nuestra historia en todas las épocas a fin de que pudiesen ser visitados como una atracción turística con un alto valor económico, como ya pasa en otras grandes capitales marítimas", coincidiendo en la apuesta que en estas mismas páginas realiza el profesor Luis Miguel Coín. El impacto en el número de visitantes que han tenido las regatas de grandes veleros que ha celebrado nuestra ciudad desde 1992 y el éxito de público del velero del Bicentenario justifican estos proyectos.

Lo cierto es que desde hace más de veinte años en esta ciudad se lleva hablando de la necesidad de contar con un Museo del Mar, algo que inexplicablemente aún no funciona. Tras el hermanamiento con la ciudad francesa de Brest el entonces alcalde Carlos Díaz se trajo la idea de un museo marítimo y un oceanográfico. El primero se sitúo en el Baluarte de la Candelaria y acabó siendo el Museo del Ná y el segundo se pintó en el paseo de la Punta de San Felipe. Han pasado los años, y las décadas, e incluso han pasado por delante nuestra ideas y empresas interesadas en ejecutarlas, y nada ha salido nada adelante.

La familia Martínez acumula también decenios de experiencia en el sector hotelero de la ciudad, siempre a pie de playa pues los hoteles que han gestionado se han levantado en el mismo Paseo Marítimo. "El mar es esencial. Muchos clientes nacionales, especialmente los del interior, llegan y se van disparados a la playa y nos piden vistas al mar. La playa gaditana encanta a todos porque no tiene nada que ver las piedras del litoral mediterráneo con nuestra arena tan fina. El mar es nuestra fortaleza turística, aunque se debería de diversificar y buscar un engache cultural y de ocio que hoy apenas es efectivo", destaca en este caso Noelia Martínez, directora del Hotel Spa Cádiz Plaza.

Junto a su hotel, que acaba de estrenar las cuatro estrellas, se levantan otros grandes del sector, Victoria, La Caleta, que como el resto de la siempre reducida planta hotelera de la ciudad sólo pone el cartel de complejo en los mejores días de la temporada de playa.

El mar gaditano tiene un papel relevante, evidentemente, en el astilleros y en el puerto. El primero, esperando la llegada a cuenta gotas de nuevos barcos que arreglar, ya no es lo que era pero sigue manteniendo una plantilla que, dados los tiempos en los que vivimos, hay que mantener y dejar para más adelante cualquier nueva idea de lo que se podría hacer en Navantia; el segundo, está pendiente de su expansión con el nuevo muelle de contenedores, que supone dar un mordisco al mar para poder crecer y garantizar su futuro.

El puerto también refuerza cada vez más su papel como puerta de entrada a la ciudad de los centenares de miles de turistas que usan el barco como medio de transporte y ocio, con cifras récord que nos ha situado entre los puertos más utilizados en todo el país aún cuando queda mucho por hacer en este campo. El muelle, mientras, espera la reordenación de parte de sus suelos, especialmente en la Punta de San Felipe y en el muelle Reina Sofía que en su día tendrá nuevos usos relacionados, como no, con el mar y su conexión con el ocio, la vela, el turismo y la cultura.

Cerramos el recorrido con el mar como carretera que comunica Cádiz capital con otras localidades de la Bahía, en este caso El Puerto de Santa María y Rota. Una apuesta por el uso del transporte público que el pasado ejercicio movió a 431.022 personas. En el aire quedan ampliaciones de nuevas rutas con Puerto Real o San Fernando aún por concretar.