Cuando una institución se encuentra entre las más citadas al hablar de los referentes urbanos, cuando se acude a ella al más mínimo problema por la confianza que nos da, cuando sólo tenemos palabras de agradecimiento ya sea por momentos de alborozo como de tristeza, es entonces cuando asumimos que forma parte ya de nuestras vidas y que la historia de la ciudad, en este caso Cádiz, no podría contarse sin hacer referencia a ella.

La institución se llama Hospital de San Rafael. Durante cerca de ocho décadas miles de gaditanos y visitantes han pasado por sus salas de cura y sus habitaciones para recibir atención médica. A la vez, sus puertas se han abierto también para ayudar a los más necesitados, y de forma continua, para mejorar la formación de nuestros sanitarios.

Todo ello, y más, fue valorado por el jurado del Premio Federico Joly, instituido por Diario de Cádiz con la participación de la Fundación Unicaja, que ha otorgado su VII edición al médico y empresario José Manuel Pascual Sánchez-Gijón, que desde 1980 está al frente del grupo médico fundado en 1948 por su padre, José Manuel Pascual Pascual, y que cuenta con la directa colaboración de sus hermanos e hijos en la dirección de una empresa líder en el sector en toda Andalucía.

Por todo ello, esta edición del Premio Joly tiene un evidente valor de familia, como destacaron los miembros del jurado, integrado por Hernán Cortés, como presidente, junto a Sergio Corral, director general de la Fundación Unicaja; y David Fernández y José Antonio Hidalgo.

El jurado valoró el trabajo realizado por Pascual durante estas décadas, dando continuidad al proyecto emprendido por su padre y liderando la expansión de la firma más allá de las fronteras de la ciudad de Cádiz. Un grupo que, además, cumple ahora sus primeros 75 años de fructífera existencia.

"Ha sido un trabajo lento, artesano, casi orfebre, en su expansión, manteniendo siempre una estrecha relación con la sanidad pública", resaltó el jurado. En este sentido se evidencia el esencial papel que tuvo el Hospital de San Rafael para evitar el colapso sanitario de Cádiz y su Bahía cuando un incendio, hace tres décadas, obligó al desalojo y cierre durante semanas del Hospital Puerta del Mar de la capital.

A ello también se le une la apuesta social de la empresa, con la creación de la Fundación José Manuel Pascual en 1998, por mantener el compromiso científico y humanitario del fundador del Grupo, con becas a la investigación, organización de cursos de formación y una activa participación en programa de ayudas a familias necesitadas en coordinación con los servicios sociales de muchos ayuntamientos de la provincia.

El jurado del Premio Federico Joly también valoró la apuesta empresarial realizada por la familia Pascual. De la pequeña clínica que el fundador montó en casa de sus padres, con apenas 8 camas, se ha pasado a un complejo sistema asistencial con cinco hospitales y más de un millar de camas, unido a una activa programación formativa y a una Fundación volcada en proyectos sociales. Todo ellos atendido por unos 1.600 profesionales.

Se destaca así este emprendimiento, impulsado especialmente desde la llegada de José Manuel Pascual Sánchez-Gijón a la gerencia de la empresa en 1980.

Un desarrollo que, se destaca en el acta del Premio, es un "ejemplo y un estímulo para nuevos y futuros emprendedores, pues con las ideas claras, el trabajo continuado y la buena gestión empresarial, se alcanzan las metas que, en este caso la familia Pascual, ha ido planteando año tras año".