Cádiz

Manifestación: La hostelería gaditana clama por un salvavidas para no naufragar durante y después de la pandemia

  • Más de 1.500 integrantes de este sector piden ayudas urgentes, directas y a fondo perdido, para no tener que cerrar sus negocios bajo el lema "Sin ayudas nos arruinan"

  • "Hemos demostrado con datos que no hay ningún tipo de infección en nuestros establecimientos, pero no hay interés en escucharnos", dice Antonio de María, presidente de Horeca

Manifestación de la hostelería en Cádiz / Julio González

La hostelería gaditana se ha echado a la calle para solicitar urgentemente un salvavidas a las administraciones que evite su naufragio. A la manifestación no sólo han acudido hosteleros de la capital, sino también  de otras comarcas de la provincia, como la Sierra o el Campo de Gibraltar, tras recibir autorización por parte de la Subdelegación de Gobierno en Cádiz. También ha asistido, en pancarta de cabeza, Manuel Queiruga, presidente de Cádiz Centro Comercial Abierto, que aglutina también a socios con negocios de hostelería.

Las medidas impuestas para frenar la crisis sanitaria han dejado en jaque a la economía de los hosteleros de Cádiz y de todo el país, y así se ha palpado en el ambiente de la manifestación que ha partido en la mañana de este jueves de la plaza de Asdrúbal, con la asistencia de unas 1.500 personas. Una concentración que se ha celebrado de forma silenciosa, pacífica, cumpliendo escrupulosamente con todas la medidas de prevención, con cierto halo de tristeza, y entre los aplausos de los viandantes que se han encontrado a su paso y que les han brindado su apoyo a lo largo de este recorrido que ha concluido en las Puertas de Tierra.

Uno de los lemas de esta manifestación. Uno de los lemas de esta manifestación.

Uno de los lemas de esta manifestación. / Julio González

La Federación Provincial de Hostelería de Cádiz, Horeca, ha enviado un escrito a la Subdelegación del Gobierno en Cádiz en el que solicita "un plan de apoyo con medidas reales que permitan la supervivencia de los empleos y las empresas de la hostelería de nuestro país". Se trata de un documento firmado por Hostelería de España que también se ha entregado en las representaciones del Ejecutivo central de otras provincias, donde también se han celebrado manifestaciones.

El colectivo pide "unas medidas que permitan preservar y ayudar a sobrevivir al mayor número de empresas para que tan pronto como termine la pandemia del covid-19, tengamos disponible la mayor capacidad de producción instalada". En definitiva, "un plan que permita equipararnos a nuestros socios europeos, que están poniendo en marcha planes con ayudas económicas directas y a fondo perdido, que están ayudando a sobrevivr a sus industrias de hostelería y turismo".

El sector hostelero nacional solicita al Gobierno de la Nación la aplicación de ese tipo de ayudas, así como fondos europeos, para la supervivencia de los autónomos durante los estados de alarma/pandemia". También instan al Ejecutivo central a la "definición de un Plan estratégico de la Gastronomía de España que contemple toda la cadena de valor y que sea referente y orientador de las acciones y aplicaciones de los fondos". Por último, piden un Plan de Formación específico para la mejora de la gestión económica y la profesionalización del sector hostelero y turístico".

Poco antes de arrancar la manifestación, Antonio de María, presidente de Horeca, explicaba a este periódico el objetivo de esta movilización histórica: "43 después de que se fundase nuestra organización, es la primera vez que tenemos que salir a la calle. Los empresarios siempre nos hemos sentado en una mesa con las autoridades para encontrar soluciones a la hora de organizar nuestra vida, pero desgraciadamente, desde marzo se han producido una serie de tomas de decisiones de las autoridades totalmente lesivas para nuestros intereses. En principio, las asumimos como todo ciudadano, porque creo que erradicar la pandemia es obligación de todos; no queremos que nuestros negocios vayan en contra de los intereses de la salud de nadie, todo lo contrario".

"Es lamentable que todos nuestros esfuerzos caigan en saco roto. Y las cifras de contagios no han parado de crecer desde el 17 de agosto. ¿De qué sirve nuestro sacrificio, nuestro endeudamiento, nuestras noches sin dormir, si luego resulta que los datos siguen subiendo? Y luego vemos que se alquilan pisos, chalets, que la gente está en la playa, que campan por sus respetos", reflexiona De María.

"La hostelería ha bajado a un 2,9% [en cifra de contagios], cuando estábamos en el 3,5%, porque cada vez que se reducen los horarios, ese dato baja. Y se incrementa el de las familias, el de los centros de trabajo. Creo que se nos está estigmatizando, cuando nosotros hemos demostrado con datos que no hay ningún tipo de infección en nuestros establecimientos. Es verdad que algunos trabajadores se han infectado, pero no por la actividad que desarrollan, sino en el ámbito familiar, con los amigos o en su día libre. Por lo tanto, creo que es lamentable que sigan apretando y apretando y apretando la tuerca porque no se entiende que, por ejemplo, un establecimiento con 40 personas, de estar abierto desde las diez de la mañana hasta las diez de la noche, lo hayan pasado a las seis de la tarde y encima le hayan reducido el aforo a 12 personas. No es lógico que en comida a domicilio, que no tiene contacto entre personas, hoy nos hayan comunicado que pueden servir a las diez de la noche, pero ayer era a las seis de la tarde".

"No hay ningún interés en escucharnos"

"Estamos viendo que no hay ningún interés en escucharnos y ni siquiera en atender demandas justas, porque al final nuestra falta de servicio se traduce en que la ciudadanía también lo está padeciendo. Hay personas que no hacen comida en su casa, que pueden enfermar y necesitar que se la llevemos. Han prohibido hasta los mac auto, donde no hay ningún tipo de contacto. No hay interés en apoyarnos, pero ni con la normativa ni económicamente", lamenta el presidente de Horeca.

"Si nos vamos a Alemania, a Francia, Austria o Italia, todos esos países han implementado miles de millones de eruos para apoyar a su hostelería, que no tiene nada que ver con la española. Aquí somos 350.000 establecimientos, cerca de dos millones de trabajadores directos, a los que hay que sumar los indirectos, la gente de la Plaza, los proveedores de bebidas, que querían venir con sus camiones, que les dije que no, que se trata de que la ciudadanía nos ponga cara, sin molestarla".

Pero, ¿hay alguna posibilidad de negociar horarios? "Entendemos que haber cerrado las discotecas ha sido un error, porque la actividad se reguló, y no ha servido para nada. Estamos castigando a un colectivo sin realmente tener resultados. Luego empezaron a recortar a los bares con música, y más tarde a la hostelería, y vamos por las seis de la tarde... es que ya no queda nada que recortar... Estudiemos la situación, sentémonos y acordemos un horario razonable... si se nos obligó a cerrar a las 10:30, cerremos a las 23:00 y deje usted que la gente cene ¿qué más da que la gente esté en los establecimientos de 20:30 a 21:30 que de 10:30 a 11:30? Si el riesgo de contaminación va a ser el mismo... Esto es necesario porque la no celebración de cenas en locales reglados ha hecho que la gente se reúna en sus casas y no digo nada de la gente joven, de los universitarios que están en sus casas... hay infinidad de denuncias vecinales por fiestas en domicilios particulares... Lo importante es conseguir que el virus nos abandone, pero después de un tsunami, hay que reparar la playa... Hay muchas obligaciones legales en el BOE y el BOJA y no hemos visto ni una sola palabra respecto a nuestra situación... nos sentimos totalmente abandonados".

Respecto al sector hotelero y de alojamiento en general, De María aseguró que "no se ha detectado ni un solo caso de contagio en ningún establecimiento en los meses de junio, julio, agosto y septiembre de la provincia de Cádiz. Si los turistas hubiesen traido algún caso, habrían contagiado a los trabajadores, no a la gente de fuera".

Y detrás de los negocios, también hay persona:. "Nos preocupamos de nuestro negocio, de nuestros trabajadores, pero nosotros también tenemos que llevar algo a casa y hacer frente a la hipoteca y a los estudios de los hijos... Ha costado 45 poner en pie una industria, que es la primera de España, la primera de Andalucía y de Cádiz y se nos va a ir al garete y van a venir a ocupar nuestro puesto otros países que sí que se están blindando para que cunado pase trodo esto estén fuertes y lozanos. Nosotros vamos a ester endebles y cargados de deudas".

Ya acabada la manifestación convocada por Horeca, bajo las Puertas de Tierra se ha sentado un grupo minoritario de manifestantes, la mayoría muy jóvenes, alegando entre cánticos que no quieren ayudas, sino trabajar, La organización solo tenía permiso para llegar hasta ese punto, pero ese grupo minoritario, al que luego se han sumado más personas, entre ellos muchos trabajadores y sólo algunos empresarios y autónomos del sector, ha decidido recorrer las Cuestas de las Calesas hacia la plaza del Ayuntamiento.

Allí se han vivido momentos muy tensos cuando algunos de ellos han querido entrar en el edificio municipal. Muchos de los trabajadores que en principio siguieron a este grupo de exaltados se retiraron. "No entiendo qué hacen aquí, cuando es la Junta la que ha impuesto las últimas restricciones y el Ayuntamiento ha manifestado su apoyo", comentaba una trabajadora. 

El mismo grupo minoritario de jóvenes exaltados ha recorrido después la calle Plocia y otros puntos de la ciudad, como la Plaza de las Floresobligando por la fuerza a los pocos hosteleros que habían abierto a desmontar sus terrazas.

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