El centenario drago es recuperable. Éste fue el mensaje que transmitió el pasado lunes la Junta de Andalucía, a través de la delegada territorial de Cultura, Cristina Saucedo, quien también planteó trasplantarlo en otro lugar más idóneo, aunque no señaló emplazamiento. Sólo comentó la necesidad de buscar "unas mejores condiciones de terreno, de humedad y de sol para que este patrimonio pueda subsistir muchos años más", y reiteró que la decisión la tomarían "conjuntamente con el Ayuntamiento de Cádiz". No obstante, fuentes de la Administración autonómica apuntaron ya ayer un posible espacio para trasplantar el árbol, la cercana plaza de Mina. Eso sí, recalcaron que sólo es una propuesta que deberá contar con el visto bueno del Consistorio gaditano.

De todas formas, antes de abordar el traslado de la parte recuperable del drago, desde la Junta de Andalucía explican que se van a realizar nuevos análisis en el laboratorio para tener la certeza de que el ejemplar seguirá con vida. Aseguran que los técnicos del Jardín Botánico ya han realizado unas primeras pruebas que confirman que el drago se puede recuperar, de ahí que la delegada territorial de Cultura lo anunciara ante los medios de comunicación dos días después de que este emblema de la ciudad cayera al suelo. Sin embargo, la Administración quiere saber qué probabilidades hay de que siga con vida, con el propósito de iniciar o no el traslado del mismo. Y es que la operación traslado se prevé complicada debido al lugar donde se encuentra el robusto árbol, en el patio de la antigua Escuela de Arte.

En la Junta ya dan por hecho que el ejemplar (hay que recordar que aunque no se podrá salvar en su integridad es un árbol de grandes proporciones: 12 metros de altura, 10 o 12 de copa y unos 350 centímetros de perímetro) saldrá del patio con ayuda de una grúa pluma, lo que obligará a cortar la calle y a tomar diversas medidas de seguridad.

Así, si finalmente los expertos dan garantías de que el drago sobrevivirá a la caída y al posterior traslado y reubicación, la Junta de Andalucía propone emplazarlo en la plaza de Mina. "Si es posible el traslado, que se traslade. Y buscando un espacio en el entorno, consideramos que la plaza de Mina es el lugar más apropiado", apuntan desde la Administración.

Aunque no concretan el lugar, hay que tener en cuenta que el drago es una especie vegetal propia de zonas bajas y cálidas de Tenerife que no precisa de mucha agua, y el césped sí la requiere. Es por ello que, si finalmente las administraciones deciden acomodarlo en Mina, la opción quizás más idónea sería habilitar un espacio exclusivo para él -al igual que en el patio de la antigua Escuela de Arte- en la parte central de la plaza, donde antiguamente se erigía un templete. La operación requeriría levantar el suelo marmóreo en ese espacio circular de Mina al que rodean los parterres.

No obstante, serán los expertos quienes determinarán el lugar más apropiado para esta especie arborescente que acumula en su tronco más de 250 años de existencia. Asimismo, los expertos deberán valorar qué parte del drago es la que, en caso de que existan garantías de supervivencia, se puede trasplantar, pues con motivo de la caída el tronco se ha fracturado y muchas de las ramas están dañadas.

La delegada territorial de Cultura manifestó el lunes que el drago podría resistir cuatro o cinco meses más tal y como está ahora debido a que sus raíces acumulan agua suficiente.