Ya no hay que tirar la Residencia de Tiempo Libre para su conversión en un complejo hotelero de primera categoría. Los problemas estructurales que provocaron el cierre de este centro hace más de una década y que, desde entonces, se consideraron irresolubles, ahora ya no existen hasta el punto que la empresa que adquiera el edificio, en pública subasta, podrá decidir si lo derriba o si asume su rehabilitación, según informó esta mañana Radio Cádiz.

La Junta, propietaria del edificio, tiene ya en marcha los trámites administrativos para sacar a subasta el inmueble, una vez que hace meses el Consejo Consultivo dio el visto bueno a la modificación del Plan de Ordenación Urbana, por la que toda la parcela de Tiempo Libre sería de uso hotelero, y no administrativo.ç

Los plazos de desarrollo de este plan, prioritarios para la Junta desde hace años, se han ido dilatando. Ahora, se encuentra con el problema de reubicar las dependencias de la Policía Autonómica y el cierre de los negocios hosteleros que ocupan parte de los bajos del inmueble.

Los más de diez años de cierre de Tiempo Libre han provocado importantes destrozos en su interior. La seguridad del edificio se tuvo que reforzar al colarse en el mismo muchos jóvenes, con el riesgo que suponía de accidentes.

Desde su cierre, el anterior gobierno socialista de la Junta ha insistido, con informes técnicos, del mal estado del edificio y de la imposibilidad de acometer su reforma debido a los daños estructurales, un análisis rechazado por quienes acometieron en su día este proyecto. Ahora la administración regional considera que es viable mantener en pie el edificio y deja en manos de la futura propiedad que se rehabilite o que se tire.

La Junta no quiso acometer el derribo en su momento a fin de no tener un solar, inmenso, vacío en una zona tan estratégica del Paseo Marítimo.

La idea de la Junta es que Tiempo Libre pueda salir a subasta antes de que concluya este año.