Hotusa ha iniciado ya las obras de rehabilitación integral de la finca de Sagasta 1, casa palacio de estilo isabelino y levantada hace siglo y medio, que fue residencia de Benito Cuesta y cerrada desde hace años, para su conversión en un nuevo hotel para la ciudad. El edificio, que a pesar de contar con un elevado grado de protección por el PGOU ha sufrido en su interior numerosos daños, tiene una de las fachadas más espectaculares de la ciudad.

El inmueble fue comprado a la inmobiliaria Solvia por el Grupo Hotusa para su conversión en un hotel de lujo, tras descartarse una primera operación que suponía la división del edificio en varios apartamentos.El nuevo hotel será el primero que sale adelante del amplio listado de proyectos sobre los que se viene hablando en los últimos años, muy necesarios ante el importante déficit de camas hoteleras que tiene la capital. El hotel, además, entra dentro del modelo de sector que se defiende desde el mismo Ayuntamiento, donde se ve con buenos ojos los pequeños hoteles de cuidado diseño ocupando fincas que, por su protección patrimonial, no pueden ser transformadas en viviendas.

Aunque no se ha informado oficialmente del número de habitación con las que contará el nuevo equipamiento, éstas rondarán las 40 estancias. El edificio, que tiene fachadas a Sagasta y al Callejón del Tinte, cuenta también con una de las torres miradores de mayor envergadura de la ciudad. La finca tiene una planta de 599 metros cuadrados y una superficie total de 2.296 metros cuadrados.

A la vez que la Cadena Hotusa trabaja ya en su primer hotel en Cádiz, ha cerrado también el diseño hotelero en otro de los edificios emblemáticos de la ciudad, la casa palacio de Veedor, que se reconvertirá en 16 apartamentos turísticos. Este noble inmueble, rehabilitado hace años por Fernando Delgado Lallemand, entró en decadencia tras su venta y desde hace meses ofrece una imagen de evidente abandono.

También tendrá uso hotelero otra casa palacio, en este caso la ubicada en la calle Manuel Rancés, en una finca barroca del siglo XVII que se transformará en 18 apartamentos turísticos. En este caso, la previsión es que las obras puedan iniciarse a lo largo de este trimestre.

Una fecha más incierta para el inicio de las obras es el otro proyecto que Hotusa, un grupo que ha decidido apostar fuerte por Cádiz capital donde no tenía presencia alguna, que se ubica en la Casa del Almirante, en pleno centro del barrio del Pópulo.

La conversión de esta en un hotel de lujo viene de largo. Hace más de una década se aprobó un proyecto para su rehabilitación, con una veintena de habitaciones para un centro que debía de ser el primero en Cádiz con la categoría de cinco estrellas. Con las obras muy avanzadas, la crisis económica provocó la paralización del proyecto y la venta del edificio, adquirido por Hotusa en 2017. Esta cadena presentó su proyecto a la comisión de patrimonio histórico, que indicó la necesidad de introducir una serie de modificaciones en el documento antes de dar su autorización.

Sin aclarar tampoco fecha de inicio de las obras, se está también pendiente de nuevos hoteles en el edificio del vestíbulo de la estación férrea y en un extremo de la parcela del Valcárcel. En ambos casos hay empresas encargadas de estas actuaciones, Barceló en el primero de los casos y Zaragoza Urbana en el segundo, pero siguen sin aclarar fecha para el inicio de las respectivas obras.

En Tiempo Libre también está prevista la construcción de un hotel de nueva planta. La modificación del PGOU que permite esta operación ya está aprobada, pero habrá que esperar si el cambio de gobierno en Andalucía afecta a esta actuación, teniendo en cuenta que la antigua residencia laboral es propiedad de la Junta.