Nuevo paso atrás en el desarrollo de las obras del puente, cuando en apenas unos días, el próximo jueves, el ministro de Fomento, José Blanco, anunciará los recortes que en las obras públicas se van a producir de forma inmediata y entre las que se encuentra la del puente de La Pepa.

El enésimo sobresalto que se produce en este proyecto, uno de los de mayor envergadura de los que se están ejecutando en todo el país, afecta de lleno a la empresa de Javier Manterola, el ingeniero autor del puente de La Pepa. El Ministerio de Fomento ha anulado de forma provisional el contrato que desde mayo de 2007 mantenía con la firma del ingeniero Navarro para la asistencia técnica necesaria para la ejecución de esta infraestructura.

Manterola ganó un contrato al que se presentaron otras once compañía, con un coste superior a los dos millones de euros. El ingeniero navarro se presentó a través de la firma Ginprosa formando una UTE con Carlos Fernández Casado y la participación de la empresa gaditana ACL Diseño y Cálculo de Estructuras.

Este tipo de contrato es vital, especialmente en una obra de las características de la que se ejecuta en la Bahía de Cádiz, con una inversión de unos 300 millones de euros y una complejidad técnica tal que obliga a control de calidad y seguridad muy estricto.

Cada paso que se ejecuta en la obra soporta un triple control: primero, por parte de los técnicos de la adjudicataria de la misma, en este caso Dragados; después, por la firma de Javier Manterola, y en último lugar por los ingenieros del Ministerio de Fomento. Con todo ello se garantiza la calidad de lo ya realizado.

Fuentes cercanas al proyecto consultadas por este diario consideran que la suspensión del contrato resulta lógica por cuanto desde hace más de un mes las obras del segundo puente sobre la Bahía se encuentran casi totalmente paralizadas "por lo que apenas hay trabajo que controlar". En este sentido, se tiene la seguridad que una vez José Blanco aclare cómo van a afectar los recortes presupuestarios de su Ministerio a este proyecto y el ritmo que va a tener el mismo a partir de ahora, se volverá contar con la asistencia técnica del equipo de Manterola. En todo caso, nadie de esta empresa quiso hacer valoración alguna sobre esta suspensión del contrato. Igualmente, el mismo ingeniero autor del proyecto del puente optó por no hacer declaraciones a este diario para valorar el parón de las obras de la que será su equipamiento más emblemático.

Con todo, la suspensión de este contrato confirma la delicada situación en la que se encuentra la principal obra pública que se ejecuta en la provincia, considera esencial de cara a los actos del Bicentenario de la Constitución de 1812 y, especialmente, de cara al desarrollo económico de la capital y la propia Bahía.

Esta medida contradice también las palabras de tranquilidad que sobre la propia obra venían planteándose desde determinados sectores del PSOE que, en un intento por tranquilizar a la ciudadanía, afirmaban que los trabajos no estaban parados y que sólo se había producido una ralentización en su ejecución.

Según las fuentes consultadas por Diario de Cádiz, actualmente sólo se trabaja sobre dos puntos de la obra: por una parte, en el enlace del Río San Pedro, esencial para la conexión viaria desde la autopista de Sevilla con los puentes Carranza y de La Pepa. Aún así, la previsión era que esta obra estuviese terminada a principios de este verano, lo que finalmente no se ha podido cumplir. Por otra parte, se está trabajando también en la pila doce.

Esta torre, que alcanzará en su momento los 180 metros de altura, se sitúa en aguas de la Bahía y es gemela a la pila que ya se levanta sobre tierra en el Bajo de la Cabezuela. Aunque a un ritmo sustancialmente más lento del que se había logrado antes del conflicto con Dragados, se ha optado por no parar la pila marina para evitar incidencias en su estructura. Por contra, su 'hermana' terrestre no avanza, cuando estaba a punto de cerrar el rombo sobre el que se asentará el final del gran pilar.

El resto de la obra se encuentra paralizada tras concluirse en estos días algunos trabajos menores que estaban en manos de las contratas de Dragados. La empresa, englobada dentro de la multinacional española ACS, optó por parar las obras obras del puente hace ya casi dos meses como forma de presionar ante el Ministerio de Fomento ante el impago de varias mensualidades del contrato y ante la incertidumbre sobre la incidencia que sobre esta obra podía tener el recorte en las inversiones anunciado por el Gobierno socialista.

Ahora, todos los aspectos relacionados con la obra están pendientes de las palabras de José Blanco el próximo jueves. Fuentes cercanas al proyecto consideran que, por el nivel de ejecución que ya se había alcanzando, aún se está dentro de los plazos para que este equipamiento esté terminado en marzo de 2012, teniendo en cuenta que los actos del Doce comenzarán el día 19 de ese mes y año. Otra cosa será que el ministro anuncie un recorte en las inversiones mayor del esperado y que el calendario se vea afectado más de lo que se teme. Si ahora se está "a lo justo" para cumplir las fechas iniciales, de esta forma sería totalmente imposible utilizar este tercer acceso como puerta de entrada durante los primeros meses del Bicentenario.

Diputados como Salvador de la Encina y Rafael Román junto a la alcaldesa, Teófila Martínez, han presionado a Fomento para evitar más retrasos en las obras. El presidente provincial del PP, José Loaiza, pidió ayer a los socialistas de Cádiz que exijan a Blanco que en su comparecencia del jueves dé plazos sobre la finalización del puente y del desdoble de la vía de ferrocarril, "lo único que se está haciendo" en infraestructuras en la provincia.