Con motivo del traslado de la Escuela de Arte a las nuevas instalaciones de la Casa de las Artes, los alumnos del ciclo Superior de Cerámica, conducidos por sus profesores, iniciaron un proyecto, que ahora, con la caída del histórico drago, adquiere gran protagonismo. El proyecto, como explica el vicedirector de la Escuela, Juan Candón, se instalará próximamente en una de las paredes de la Casa de las Artes con el propósito de rendir un homenaje al ejemplar, todo un emblema de la ciudad. La iniciativa consiste en un mural del drago formado por 27 piezas cerámicas con las que se ha querido hacer alusión a las 27 décadas de antigüedad que la Escuela ha estado impartiendo sus enseñanzas artísticas en el callejón del Tinte. La obra tendrá un tamaño aproximado de 2,50 metros de alto por 1,75 de ancho. Para su diseño geométrico se ha partido de la descomposición de la forma, tomando como referencia estética el Neoplasticismo, siendo una de las formas que toma la abstracción en las primeras décadas del siglo XX (la realidad se reduce a formas geométricas). En el proyecto cerámico se están empleando dos tipos de arcillas: arcilla refractaria beige para las piezas pertenecientes al tronco y a las ramas, y arcilla de faenza blanca para las piezas de la copa, dándole una textura y relieve a modo de las hojas. Asimismo, para el diseño del mural se ha optado por una gama que va desde el marrón oscuro hasta los verdes más luminosos.

Además, el vicedirector de la Escuela de Arte comparte que fueron muchos los profesores, alumnos y visitantes de la antigua Escuela que, mediante la recolección de semillas, tienen dragos en su casa o campo. Uno de estos pequeños árboles, que ya está aclimatándose en los jardines de la nueva Escuela, va a ser trasplantado en este homenaje que se va a rendir al centenario drago, junto con la instalación del mural mencionado.