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El Emporio del Orbe

Conmemoración

Cádiz celebra el próximo año el tricentenario de la llegada a la ciudad de la Casa de la Contratación, con la que se inició su periodo de mayor esplendor, hoy día muy añorado.

Las torres miradores, un elemento arquitectónico esencial dentro del comercio de ultramar.
J. A. H. Cádiz

21 de febrero 2016 - 01:00

Si la versión jerezana de Podemos no lo impide, Cádiz conmemorará en 2017 el tricentenario de la llegada a la ciudad de la Casa de la Contratación y del Consulado de Cargadores de Indias. La Diputación Provincial ya ha anunciado que pondrá en marcha un programa de actos para esta fecha; el Ayuntamiento de Cádiz también afirma que hará algo, aunque aún no ha definido qué, y todo a pesar de que el anterior gobierno local ya creó una comisión presidida por el catedrático Manuel Bustos, sin duda quién más sabe y más ha escrito sobre esta época de nuestra historia.

Cádiz es experta para dejar pasar de largo eventos y acontecimientos que pueden servir como excusa para reactivar su economía. Pasó con la Gran Regata del 92, pasó con el Bicentenario de la Constitución de 1812.

En todas falló, más allá de condicionantes económicos, la escasa conexión entre las distintas administraciones públicas. En 1992 el Ayuntamiento de Cádiz se quedó sólo a la hora de organizar el evento náutico. Veinte años más tarde, el municipio volvió a tirar casi sólo, con el entusiasta apoyo de la UCA y el compromiso incumplido de la Junta, el Estado o la misma Diputación.

Ahora se nos presenta otra oportunidad. El tricentenario de la Casa de Contratación.

¿Quién de Cádiz, más allá de los colectivos con mayores conocimientos históricos, sabe qué fue la Casa de la Contratación? Pocos, sin duda. Y sin embargo la concesión de esta institución marcó más la historia de Cádiz que, por ejemplo, ser sede de la Constitución de 1812, más presente en nuestra memoria, dejando a un lado la cercanía de los eventos celebrados en 2012.

Cabe recordar lo escrito por Manuel Busto en este diario en enero de 2013: "Los beneficios se recogieron, como fruta madura, a lo largo de casi todo el siglo XVIII. No nos cansaremos de recordar que el Cádiz que hoy admiramos por su asombroso y original urbanismo, su recinto amurallado, sus edificios singulares, sus monumentos e iglesias embellecidas, es un producto en gran medida del siglo dorado de Cádiz, el XVIII".

Pero, sobre todo, la Casa de la Contratación reforzó el Cádiz comercial, un sector ligado a la ciudad desde su fundación y que en 1717 ya despuntaba con un activo comercio con las colonias americanas. La Casa elevó al máximo exponente este lugar de privilegio, Emporio del Orbe, hasta el punto de convertir a Cádiz en la ciudad más rica de toda España. Trajo riqueza, trajo cultura, trajo apellidos que conformaron la sociedad más ilustre e ilustrada. Se pusieron las bases para que Cádiz fuese la única sede posible para quienes redactaron la Constitución de 1812.

Eso es lo que se conmemora dentro de poco más de un año. Ni más ni menos. Una percha ideal para recuperar una parte de la esencia de Cádiz como ciudad fundamentalmente comercial, más allá de marcas nacionales o internacionales.

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