El año 2014 ha sufrido un incremento de las demandas de ayuda en todos los sentidos y a todos los niveles. Lo que dicho de otro modo significa que han sido doce meses en los que los gaditanos lo han pasado aún peor de lo que ya venían arrastrando en estos años de crisis. Uno de estos incrementos en la demanda de ayudas se ha producido en las cáritas de las parroquias de algunas zonas de extramuros. En concreto, se trata de las que atienden barrios como Cortadura, Cerro del Moro, Loreto o Puntales.

Curiosamente, todas estas zonas conforman el arciprestazgo de Puertatierra Este -uno de los dos en los que la Iglesia divide extramuros para su organización-. La responsable de Cáritas de ese arciprestazgo, Susana García, reconoce que ese incremento en las necesidades de atención es bastante significativo.

La relación causa-efecto que establecen a este respecto en Cáritas es bastante lógica: la mayoría de las últimas promociones de viviendas protegidas que se han entregado en la ciudad están localizadas en extramuros, por lo que la población en esas zonas ha aumentado y, casi al instante, ese mismo incremento se ha notado en las cáritas parroquiales, que llegan a verse desbordadas en algunos momentos. Ya le pasó hace ahora un año a la parroquia de Santa Ana con la entrega de las viviendas de Matadero, y también ha ocurrido lo mismo en el Cerro del Moro y en otros puntos.

"Puntales, Santa Ana y el Cerro del Moro son las peores parroquias de Puertatierra Este", indica Susana García en relación a la demanda de ayudas de los distintos puntos de ese arciprestazgo. Entiende esta voluntaria de Cáritas que hasta que la construcción no remonte el vuelo en Cádiz no se mejorará la situación, a pesar de que esta institución sigue desarrollando numerosas acciones encaminadas a la preparación al mundo laboral.

Paradójicamente, el trasvase de población con necesidades de ayuda que se está produciendo a extramuros con las nuevas promociones de viviendas sociales no se está notando lo más mínimo en el punto tradicionalmente más delicado de la ciudad: el casco histórico. Allí, las parroquias también están atendiendo a través de Cáritas a más gente, por regla general, que en el año 2013. Responsables del arciprestazgo de Cádiz intramuros afirman que la labor de las cáritas en las parroquias es aún más intensa que ejercicios anteriores porque las necesidades de ayuda siguen creciendo. "No es proporcional el aumento de allí (en relación a extramuros) con el descenso que debía producirse aquí", indica un portavoz de Cáritas del casco histórico, que también se ve desbordada en muchas ocasiones.

En estos casos, suele unirse también otro problema añadido: en aquellas parroquias donde hay más demanda de ayuda, los donativos que sustentan la labor de Cáritas (en los cepillos del primer domingo de cada mes) son también mucho más reducidos. "En San José, por citarte un ejemplo, la colecta del primer fin de semana de mes puede superar los mil euros fácilmente; y en La Palma sin embargo apenas se recaudan 70 u 80 euros", indica un voluntario de Cáritas, que matiza que frente a esta desigualdad económica existe la coordinación entre las distintas cáritas parroquiales para que unas ayuden a otras en los momentos puntuales en que sea necesario.

El problema es que mientras unas experimentan un notable incremento de demandas de ayuda, las otras no solo no descienden su actividad sino que también la han aumentado a lo largo de 2014. "A ver cómo se presenta el quince", concluye con resignación un voluntario de intramuros.