El plan para la rehabilitación de las murallas marítimas de Cádiz tendrá que esperar. La situación política del Estado obliga a retrasar esta actuación a pesar de la intencionalidad política y de la petición realizada por el alcalde de la capital gaditana, José María González, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para que se tome en serio la situación de las fortificaciones que protegen el casco histórico de la ciudad y elabore una planificación urgente para salvarlas de la ruina.

El problema, como suele ser habitual, vuelve a ser de índole económico. La Demarcación de Costas Andalucía Atlántico no dispone en la actualidad de fondos consignados para reactivar con brevedad esta importante actuación de restauración del patrimonio de la ciudad.

Esto se debe a que los Presupuestos Generales del Estado de 2019 incluían una partida para completar la primera fase del plan que lleva elaborado por parte de Costas desde 2015. Sin embargo, al tumbar el Congreso de los Diputados las cuentas elaboradas por el Ejecutivo de Sánchez para el presente ejercicio, las murallas siguen a la espera de un impulso que les permita recuperar su esplendor. Un asunto que fuentes de la Subdelegación del Gobierno reconocen para justificar que la restauración se mantenga paralizada.

Por este motivo, esta recuperación no se podrá producir a corto plazo. Esto se debe a que los PGE se encuentran prorrogados en la actualidad, por lo que las actuaciones de este calado no tienen cabida a menos que se activen fondos de emergencia, tal y como ha sucedido recientemente con el castillo de Santa Catalina, para el que la Demarcación de Costas ha conseguido una consignación de 280.000 euros del Ministerio de Hacienda para la reparación urgente de las enormes grietas que han aparecido en el lienzo de la muralla.

En plena precampaña electoral, un asunto como el de las murallas de Cádiz depende de los resultados de las elecciones generales del próximo 28 de abril. A partir de ahí, y a tenor de lo que digan las urnas, se iniciará el proceso para la formación del nuevo Gobierno central.

Una vez superado este trámite, será decisión del nuevo Ejecutivo si presenta unas nuevas cuentas para lo que quede de ejercicio tras tomar posesión o decide trabajar de cara a la negociación de los PGE de 2020. De una u otra determinación dependerán los plazos para volver a poner sobre la mesa el plan de rehabilitación de las murallas.

De una u otra forma, será muy complicado que las obras regresen en los próximos meses a las murallas más allá de la actuación ya prevista en el castillo de Santa Catalina. Y es que una vez que se confirme el destino de fondos a la rehabilitación de las fortificaciones marítimas, será la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar la encargada de sacar a licitación las obras. Este concurso debe cumplir con los plazos establecidos por la ley, por lo que se alargará durante varios meses. Un proceso que hace que hasta prácticamente el próximo año no se pueda retomar este proyecto de Costas.

Cabe recordar que el pasado mes de febrero el subdelegado del Gobierno, José Pacheco, anunció que Costas ya tenía todo preparado de cara a la licitación de las obras de la última parte de la primera fase de la rehabilitación de las murallas, que concernía a la playa de Santa María del Mar, el tramo del Campo del Sur entre el Baluarte de Capuchinos y el Baluarte de los Mártires, y el entorno del castillo de Santa Catalina hasta llegar a la punta del Bonete. Sin embargo, al decaer los PGE de 2019, sólo se ha podido salvar por la vía de urgencia la intervención en Santa Catalina. 

Sobre estos trabajos, Costas se encuentra preparando toda la tramitación que lleve a la contratación de las obras para que se hagan en la mayor brevedad posible.

Con todo, las últimas actuaciones en las murallas se realizaron por el trámite de urgencia en el paseo Fernando Quiñones y en el acceso a la punta de San Felipe junto a la muralla de San Carlos por los desperfectos provocados por el temporal Emma hace un año.