Cádiz se queda sin los 122 cruceros programados hasta el mes de junio
Consecuencias del coronavirus en Cádiz
El BOE publicó este martes que se prolonga la prohibición de las escalas en territorio español de buques turísticos l Las grandes navieras lo han cancelado todo hasta principios de verano
“De duro golpe”, de “desmoronamiento del sector”. El mazazo a las previsiones de escalas de cruceros ha recibido ciento y un calificativos pero son las cifras las que hablan por sí mismas y pintan un panorama que muestra que, en este caso, no es un juego de palabras: es una nueva normalidad. Las navieras rehacen sus planes. El sector muda su piel e intenta buscar el camino para no perder millones y millones invertidos en los últimos años en gigantescos cruceros preparados para transportar hasta a cuatro y cinco mil pasajeros, el nido ideal del coronavirus.
Las grandes navieras no piensan arriesgar ni un ápice pero será el desenlace de esta lucha contra el virus lo que pondrá cada cosa en su sitio. Pero, mientras tanto, cada país se protege como puede y legisla normas para intentar controlar la entrada de cruceristas llegados de decenas de países.
Cádiz ya está pagando las consecuencias y, si la nueva prórroga del Estado de Alarma se lleva a cabo si Sánchez consigue apoyos políticos suficientes, la cifra de escalas de cruceros canceladas en Cádiz alcanzará la cifra de 122: un “duro golpe”.
Ayer mismo, el Boletín Oficial del Estado (BOE) refrescaba las medidas en materia de ordenación general de la navegación marítima y hablaba de la conservación de ciertas “medidas de contención y preventivas” como la “restricción de entrada de los buques de pasaje tipo crucero vigente desde la 00:00 horas del 13 de marzo de 2020”.
Esto quiere decir que mientras dure el Estado de Alarma ningún buque o embarcación de recreo extranjeros que no tengan su puerto de estancia en España podrán tocar ningún cantil español a no ser que la embarcación llegue sólo con tripulación profesional. Esta última excepción sería la que hara posible la llegada al astillero de reparaciones de Cádiz del Allure of the Seas para su reparación y puesta a punto.
Estas restricciones que quedaron ayer patentes en el BOE no sólo se están llevando a cabo en España sino que el resto de países están tomando las medidas justas necesarias para que el brote pase a la historia y que, si llega un rebrote, nos coja a todos confesados y preparados.
Por ese motivo, las grandes navieras no se la juegan y han hecho públicas sus regresos, nunca antes del mes de junio. La más valiente es la Fred Olsen que anuncia la vuelta a los ruedos el 3 de junio, pero tampoco podrán tocar España atendiendo a nuestra legislación nacional.
La dos navieras que se dan más tiempo para el “come back” son Carnival y la Cunard. La primera posee una enorme flota de gigantes buques, entre los que destaca el Dream, con una eslora de 306 metros y una capacidad para unas cinco mil personas, un número impensable no sólo ahora sino que seguirá siendo impensable durante años.
Buena parte del resto de las navieras distribuyen sus retornos, pero la fecha mnás común para soltar amarrasa será el 30 de junio.
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